Urbanismo

El grupo Imnova impulsa viviendas para mayores gays 'sin armarios'

El proyecto se basa en la construcción de un edificio de viviendas destinadas al disfrute de personas mayores del colectivo LGTBIQ+H

Proyección del futuro edificio.

Proyección del futuro edificio. / amanda pinto. torremolinos

Amanda Pinto

La promotora malagueña Grupo Imnova ha impulsado un conjunto de viviendas destinadas al colectivo LGTBIQ+H de la tercera edad. El principal objetivo de la iniciativa, tal y como ha afirmado su responsable Íñigo Armengod, es idear un espacio en el que las personas mayores puedan ser libres y forjar amistades dentro de una comunidad «sin armarios». «Tenemos mucha experiencia en el sector de mayores, no somos una promotora inmobiliaria oportunista».

Actualmente se están llevando a cabo las «pre-reservas» de las viviendas; sin embargo, tal y como apunta Armengod, «es complicado porque depende de lo que tarde el Ayuntamiento en dar la licencia. Esperamos que este proyecto pueda ser una realidad en junio de 2023».

El proyecto se basa en el desarrollo de la primera cadena de viviendas para mayores LGTBIQ+H en los principales destinos gays: tres en Torremolinos, dos en Madrid, dos en Barcelona, Maspalomas (Gran Canaria), Sitges (Barcelona), La Duquesa (Sabinillas, Málaga), Benidorm, Salou, Valencia, Vera (Almería), Ibiza y Gijón. Inicialmente, hay un total de 16 centros previstos.

Torremolinos, por su parte, es considerada la principal comunidad gay de toda Europa, en relación a la población del municipio. Muchos de sus habitantes ya son mayores y requieren los cuidados y atenciones propios del sector, incrementada por los prejuicios e intolerancias retrógradas.

Por ello, Armengod apunta que «su ubicación en pleno centro de Torremolinos, capital por excelencia gay-friendly, es la idónea como primer centro de la primera cadena de viviendas para mayores gays, con 15 centros por toda España (2021-2029) y con vocación internacional».

Otro de los aspectos que caracterizan a estas infraestructuras es la ausencia de barreras arquitectónicas en el interior de las viviendas, siguiendo los criterios de accesibilidad de la OMS.

Por ejemplo, todas las puertas de la vivienda, la de la entrada e interiores, son de 90 centímetros de ancho, frente a los 90 centímetros que tiene sólo la puerta de entrada en una vivienda convencional. Estos criterios también se siguen en el exterior de la vivienda, zonas comunes y pasillos. Además, la adaptación de las viviendas incluye enchufes a 60 centímetros del suelo, en lugar de los 15 habituales.

El corazón del proyecto, tal y como indica Íñigo, son las zonas comunes del edificio, lo que denominan como el Club Social Arcoiris. Se trata de un club social con centro de día, bar-cafetería, restaurante, salones, salas de actividades, gimnasio, spa y diferentes actividades. Además, el centro también cuenta con recepción, animación sociocultural (organización de actividades), servicio médico y de enfermería, peluquería, podología, rehabilitación, lavandería y tintorería, internet, prensa, biblioteca, vídeo club, limpieza y comida a domicilio, que se incluyen dentro de los gastos de comunidad de la propiedad.

Este proyecto pionero en España, ya consolidado en Estados Unidos y otros países europeos como Alemania, Suecia y Reino Unido, busca atender las diferentes necesidades que rodean hoy en día a las personas mayores, marcadas sobre todo por la soledad y la enfermedad. Armengod indica que estas preocupaciones, sin embargo, «son más acuciantes en el caso de los homosexuales que superan los 50 años de edad, ya que sufren una doble discriminación por edad y por sexo y, en ocasiones, no disponen de la red informal de apoyo necesaria».

Por tanto, no se trata de un tipo de residencia, sino de viviendas adaptadas dirigidas al colectivo pero que pueden ser adquiridas por cualquier tipo de persona independientemente de su orientación sexual.

«Nosotros no preguntamos por la orientación sexual, lo que no puede pasar es que una persona se queje si ve por los pasillos a una pareja mostrándose cariño. Lo que buscamos es que las personas se sientan libres de hacer lo que quieran», explica Íñigo.

Por todo ello, tal y como señala el responsable del Grupo Imnova, Arcoiris Hábitat ofrece una nueva forma de afrontar la madurez con seguridad para este colectivo tan concreto y particular, fomentando la libertad, independencia y seguridad del mayor en un ambiente de respeto y de dignidad a la persona.