Parque de atracciones

El TSJA decide este miércoles el futuro de los trabajadores de Tivoli

La Sala de lo Social del Alto Tribunal Andaluz celebrará el juicio por el conflicto colectivo planteado por CCOO y la plantilla del parque de atracciones y decidirá si el Grupo Tremón se subroga a los empleados

Concentración de trabajadores del Tivoli ante el parque de atracciones.

Concentración de trabajadores del Tivoli ante el parque de atracciones. / L. O.

Celia Paredes

Trabajadores de Tivoli y miembros de Comisiones Obreras se desplazarán el próximo miércoles 16 de febrero a la sede malagueña del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, ubicada en Muelle de Heredia, donde a las doce de la mañana tendrá lugar en la Sala de lo Social el juicio que decidirá el futuro de la plantilla del mítico parque de atracciones. Los trabajadores esperan y desean recuperar sus puestos de trabajo y volver a ver en funcionamiento uno de los mayores emblemas del turismo de ocio en la Costa del Sol.

Según explica la secretaria general del sindicato de Servicios de CCOO, Lola Villalba, el motivo del pleito es el conflicto colectivo interpuesto por el sindicato y los empleados al entender su situación como un despido colectivo tácito ante la pasividad del grupo inmobiliario Tremón, que tenía que haber dado de alta y subrogado a todos los trabajadores después de que el Tribunal Supremo dictaminara en octubre que las instalaciones son de su propiedad y que ya tiene la posesión de Tivoli. Cosa que no ha hecho.

Por su parte, el gerente de Tivoli World, Mariano Hidalgo, insiste en que a pesar de la maraña judicial que rodea al parque, el perjuicio no puede caer sobre los trabajadores. «El fondo de la cuestión es que se ha producido un contrato de compraventa y los trabajadores estábamos subrogados a la empresa que compró el parque». Así, en el mejor de los escenarios, el Juzgado de lo Social le dará la razón a los trabajadores y la empresa Tremón tendrá que pagar la deuda de más de 9 millones de euros que dejó Cipasa, la empresa de Rafael Gómez Sánchez, y admitir y hacerse cargo de toda la plantilla.

En el supuesto de que la propietaria legítima no viese conveniente seguir con la actividad, tendría que realizar los despidos por los cauces legales, a través de un expediente de extinción de actividad y con su indemnización correspondiente. «Sería ilógico que una empresa que ha comprado Tivoli para explotarlo prefiera indemnizar y liquidar a los trabajadores antes que seguir con la actividad del parque», explica el gerente.

En principio, esperan que ningún imprevisto suspenda o aplace la vista del próximo miércoles, «ya que en la actualidad estamos sobre todo supeditados al coronavirus», recuerda Hidalgo. Motivo también de que, a pesar de que el juicio es público, el acceso a la sala estará restringido a un número limitado de personas.

Aunque la resolución no se dará a conocer ese mismo día, el director asegura que las expectativas sobre el dictamen son buenas porque tienen claros sus derechos y van con todas las de la ley. «Damos por hecho que no puede haber nada que distorsione la decisión final de los jueces. La ley es clara y se dan todos los parámetros para que se cumpla. Los trabajadores se encuentran ahora mismo con la moral muy alta y tienen la esperanza de que se resuelva lo antes posible».

De hecho, gracias a las labores de mantenimiento que han venido realizando, Hidalgo asegura que el parque se podría abrir perfectamente este año, en torno a los meses de mayo y junio, pero «hasta que no se resuelva este conflicto, la empresa tome cartas sobre el asunto y cumpla con sus obligaciones, no sabremos el día de comienzo de actividad al público», específica. Paralelamente, espera que el Juzgado de lo Mercantil resuelva el futuro del parque en relación al cese de actividad. Mientras tanto, y todavía en el limbo y sin nada claro, los trabajadores siguen acudiendo a las instalaciones para realizar los trabajos de conservación que vienen desarrollando desde que el parque cerró sus puertas en septiembre de 2020.

«Los empleados fijos siguen sin cobrar y no tienen ningún tipo de ingresos desde el 1 de noviembre. Los fijos discontinuos están cobrando una ayuda extraordinaria que se termina el 28 de febrero, por lo que también se quedarán sin desempleo y sin ningún tipo de ayuda ni subsidio», afirma Villalba.

Una situación que ya empieza a pesar demasiado para el centenar de familias que han dedicado gran parte de su vida al parque de atracciones que este mismo año cumple medio siglo desde su inauguración. «Tenemos que buscar una salida digna al parque y continuidad a los trabajadores que actualmente están en una situación muy precaria».

Por todo ello, Villalba vuelve a realizar un llamamiento y pide a las administraciones que se impliquen y muestren interés por el futuro de Tivoli, «que no es una empresa al uso, sino una fuerza complementaria para el turismo de la Costa del Sol y no se está haciendo lo suficiente para salvarlo», a excepción del Ayuntamiento de Benalmádena que ha blindado los terrenos de Tivoli para evitar que se destinen a otro uso distinto.