Helados para los animales de Bioparc Fuengirola

Los trabajadores de Bioparc Fuengirola trabajan para mantener a los animales hidratados debido a las altas temperaturas del verano, y por ello han elaborado dietas específicas para estos meses enriquecidas con grandes bloques de agua helada.

Así, han incluido "refrescantes helados de todos los sabores, de variadas verduras y frutas, carne troceada, pescados o insectos, cada uno adaptado a cada especie", según han indicado desde el centro a través de un comunicado.

De esta forma, los felinos, como tigres o leopardos, se alimentan de agua helada mezclada con sangre y trozos de carne que los cuidadores colocan en áreas estratégicas de las instalaciones.

En el caso de los gorilas, chimpancés, gibones o lémures, la cocina de Bioparc Fuengirola prepara "sorbetes de zumo de remolacha, espinacas combinadas con trozos de otros tipos de verduras y frutas como manzanas, zanahorias, tomates, plátanos o sandía", y en el menú de las suricatas se incluyen "granizados de gusanos y saltamontes".

Han puntualizado que estos alimentos helados no componen la comida principal de las especies que alberga el centro, sino que forman parte de "un enriquecimiento con el que el equipo de Zoología estimula los sentidos de los animales, tanto visuales como olfativos, táctiles o gustativos".

De esta manera, los cuidadores preparan cada día más de 130 kilos de comida basada en carnes, pescados, piensos, frutas, verduras o insectos, que adaptan a cada animal.

Según han matizado, desde el año pasado gran parte de estos alimentos proceden de excedentes cedidos por el grupo El Corte Inglés, acción que "alarga el ciclo de vida de los alimentos y reduce los residuos, enmarcándose dentro de las prácticas de residuos cero".

El protocolo estival de Bioparc Fuengirola también incluye la activación de difusores para refrescar instalaciones como, por ejemplo, la de los calaos. Además, la mayoría de los recintos cuentan con zonas sombreadas, ríos o charcas que permiten a los animales mantenerse frescos.

Por ejemplo, durante las semanas de calor es habitual ver a los tigres nadando, o a los hipopótamos sumergidos en sus rías, así como a los potamóqueros revolcarse en el barro que generan al salir y entrar del agua.