El subdelegado del Gobierno en Málaga, Javier Salas, ha condenado este jueves el "espantoso" y "repugnante" crimen de Sibora, la joven desaparecida en 2014 y cuyo cadáver fue localizado el pasado martes emparedado en la vivienda de Torremolinos en la que vivió con su presunto asesino, actualmente en prisión por el reciente asesinato en La Carihuela de otra pareja su ya, la malagueña Paula. Aunque Salas ha comentado que la investigación está todavía pendiente de la total identificación del cuerpo a través de las pruebas de ADN, ha dicho que todo apunta a que se trata de la joven italiana de origen albano y que el presunto autor del crimen es Marco, cuya confesión espontánea tras ser detenido por el crimen de Paula llevó a la Policía Nacional a buscar los restos de Sibora en el ático que ambos compartieron hace nueve años hasta que ella desapareció.

De confirmarse esa naturaleza machista, el caso de Sibora se añadiría a las estadísticas de 2014, año de su desaparición y muerte

Salas, que ha asistido esta mañana a la Comandancia de Málaga para celebrar el 179 aniversario de la Guardia Civil, ha indicado que las pesquisas apuntan a que Sibora también murió acuchillada: "ha aparecido un cuchillo, restos de sangre y objetos personales". El representante del Gobierno en Málaga ha indicado que hay que esperar a que la investigación esté finalizada: "vamos a ver las declaraciones que hace el presunto asesino sobre el tema", ya que "hasta que todo no esté listo no podremos saber todos los detalles de este repugnante crimen machista cometido en Torremolinos hace nueve años". De confirmarse esa naturaleza machista, fuentes consultadas por este periódico aseguran que el caso de Sibora se añadiría a las estadísticas de 2014, año de su desaparición y muerte. Según los datos del Consejo General del Poder Judicial, durante ese ejercicio fueron asesinadas por sus parejas o exparejas 54 mujeres, por lo que ascenderían a 55.

Respecto a la posibilidad de que vengan los familiares de Sibora a España para realizar el cotejo del ADN, Salas ha indicado que están en conversación con ellos y que "están anímicamente muy mal por lo que estamos esperando para ver si vienen o se les toma las muestras allí" a través de los Carabinieri. Lo más fiable, según Salas, es recoger las muestras a la madre, ya que la hermana es solo de un progenitor, por lo que las muestras de ADN no serían suficientemente fiables. "La coincidencia evidentemente es menor, lo idóneo sería que esas muestras fueran de la madre", ha reiterado.

Respecto a unas muestras que ayer el abogado de la familia indicó que había guardadas hace nueve años, Salas ha dicho que "efectivamente existen", pero que se recogieron de ciertos enseres personales de ella que suministró el presunto asesino, por lo que "evidentemente no tienen la fiabilidad completa". "Esas muestras de hace nueve años no son indubitativas, es decir, que inducen a duda y en un juicio podrían llevar a dudas por lo que lo importante es la muestra de la familia, de la madre", ha aclarado. "Las muestras de ADN fiables absolutamente para la causa será determinar la compatibilidad genética entre los restos encontrados y los de un familiar cercano, como es la madre", ha insistido. El subdelegado ha señalado que en el cuerpo de la mujer también se ha detectado un tatuaje que también hace pensar que es ella, "pero necesitamos una certeza absoluta y esa certeza absoluta afortunadamente hoy en día es posible porque hay muestras genéticas que nos la dan", ha concluido.

La policía encontró el cuerpo de Sibora Gagani tras un falso tabique en el piso de Torremolinos. L. O.

Ruptura

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Sibora Gagani rompió con Marco R. en 2014 y poco después desapareció. Su familia tuvo la certeza de que había sido asesinada después de que Marco R. fuera detenido el 17 de mayo por el asesinato de Paula, con la que también acababa de romper una relación sentimental. Fue el propio sospechoso quien manifestó a los agentes que lo custodiaban tras su arresto, de manera espontánea, que Gagani "estaba enterrada en el ático" donde vivió con ella, aunque luego no lo ratificó en presencia letrada ni tampoco en sede judicial.

Desde ese momento, agentes de la Policía Nacional centraron la investigación en el piso del barrio de El Calvario, donde se han realizado cuatro registros en los que se han empleado densímetros, microcámaras e incluso rayos X. El cadáver estaba oculto tras un doble tabique que Marco R. levantó en un rincón de la habitación y estaba perfectamente hecho, por lo que era casi imposible saber que no era un muro de la construcción original.