El escritor malagueño Guillermo Blanes, que hasta el momento contaba con experiencia en la poesía, ha debutado en el ámbito novelesco con 'La vida que viene' (Ediciones Atlantis), que se presenta este viernes en Málaga, en la que recoge una historia sobre "el tránsito de esta vida a la otra vida, esto es, la muerte, pero siempre albergando esperanza".

En una entrevista concedida a Europa Press, Blanes ha explicado que la novela se traslada a los años 60 del pasado siglo, en pleno contexto de la censura del gobierno franquista, donde un periodista investiga y denuncia la existencia de una organización religiosa cuya actividad está vinculada a unas misteriosas desapariciones. Así, la organización se canaliza a través de una siniestra secta, la cual selecciona familias pudientes que han sufrido la pérdida de un ser querido y, a cambio de dinero, prometen comunicarlos con sus muertos a través de moribundos indigentes.

El lector, según expresó, va a encontrar, sobre todo, "sorpresas". Al mismo tiempo, la temática de la obra suscitará "el interés" de los lectores, pues ofrece una mirada al paso de una vida a otra, desde un punto de vista científico. Además, ha apuntado que la obra combina elementos sobrenaturales con datos históricos, por lo que "la verosimilitud de la historia es absoluta".

'La vida que viene', según ha confesado, es también un homenaje a su hija fallecida hace tres años cuando contaba con 19 años de edad, así como a las personas que han perdido a un ser querido a lo largo de la vida. El mensaje social de la obra recoge "esperanza" sobre "lo que viene después de la muerte".

Blanes, que reconoció su fe en el cristianismo, señaló que "cree firmemente, pero con muchas dudas", pese a lo que, quiere transmitir el mensaje de "existe otra vida" y espera que "aún podrá reunirse con ellos algún día".

La obra, que también recoge aspectos de la sociedad española del franquismo, es "mi currículum", afirmó el autor, pues en ella se encuentra "mi alma", añadió. Blanes, nacido en Málaga hace 50 años, se inició en el mundo de las letras como poeta, y obtuvo su primer premio de poesía a los 18 años, cosechando varios éxitos más, pero tras dedicarse al marketing y al sector del automóvil, con la muerte de su hija hace tres años y la pérdida de su ocupación laboral, ha decidido retomar con fuerza la literatura, apostando "sentimientos y alma".