San Sebastián estrenará el próximo miércoles la 45 edición de su Festival de Jazz, cuya condición de evento urbano de "grandes dimensiones" hacen de él algo "único", para lo que se sirve además de una "gran variedad de ambientes", según ha destacado su director, Miguel Martín.

El Heineken Jazzaldia volverá a hacer de un ecléctico cartel su seña de identidad, en el que la ortodoxia compartirá espacios con las nuevas propuestas más y menos jazzísticas en una intensa inmersión musical que se extenderá del 21 al 25 de julio.

"Cuando pensamos en festivales que en cinco días ofrecen 80 conciertos pensamos en recintos que están fuera de una ciudad y que, de alguna forma, secuestran al oyente. Lo que tenemos es una oferta muy elevada en cantidad y calidad y, al mismo tiempo, con la posibilidad de vivirlo dentro, de disfrutar de la ciudad a la vez que se disfruta del Festival", ha dicho Martín a Efe.

Quien decida sumarse, podrá elegir desde la emblemática plaza de la Trinidad a la playa, entre los recintos abiertos, y del Kursaal al teatro Victoria Eugenia o las carpas de las terrazas de La Zurriola entre los cerrados.

Pero además de este factor, que ejerce de tirón tanto para el que visita por primera vez San Sebastián como para el que repite, el Festival conjuga también un programa que combina "todos los estilos que el jazz puede mostrar" para atraer a espectadores veteranos y principiantes.

Para la gente joven que se quiera acercar al jazz, Martín hace dos recomendaciones, la de Christian Scott, un trompetista de Nueva Orleans, "que probablemente sea el futuro del jazz" y que con una propuesta "moderna y absolutamente rabiosa" precederá a Ron Carter en la Trinidad, y la de Portico Quartet, el grupo inglés al que considera "la renovación del jazz europeo" y que actuará en el Victoria Eugenia.

Es el segundo año que el Heineken Jazzaldia ve mermada su duración en un día por los ajustes económicos -el Ayuntamiento donostiarra es su principal sustento entre las instituciones públicas-, algo que no ha añadido dificultades a los organizadores para preparar la 45 edición.

Miguel Martín explica que "nadie escapa" a la situación económica en la industria de la música, lo que ha producido una "reestructuración" que está "próxima a encontrar el equilibrio".

"El que no se pueda descargar el peso económico sobre patrocinadores y público hace que, lógicamente, los músicos tengan que bajar sus cachés", ha señalado.

El rock de Patti Smith y la experiencia "country" de Elvis Costello pondrán principio y fin a un programa de casi 80 actuaciones, que incluye la de Kris Kristofferson, en su único concierto en España, y del que esta misma semana se ha descolgado de forma imprevista el brasileño Toquinho, al que no se sustituirá.

Músicos como George Benson, Stanley Clarke, Dave Holland, Archie Shepp y Wadada Leo Smith figuran entre los atractivos más puramente jazzísticos, así como el gran contrabajista Ron Carter, al que el Festival entregará el premio de esta edición.

La soprano Jessye Norman, que presentará su disco de "standar", gospel y espirituales, y el trompetista cubano Arturo Sandoval son parte también de la lista del Festival, que en la Jazz Band Ball inaugural -y gratuita- contará entre otros, además de Patti Smith, con la orquesta japonesa Shibusa Shirazu, la noruega Marie Boine y el pianista estadounidense Eric Lewis, ELEW, acompañante de importantes figuras del jazz y que ahora revisa grandes temas del rock, de los Rolling Stones a Coldplay.

A tres días del arranque, sólo quedan por desvelar los conciertos "secretos", de los que se informará en la medianoche del día anterior a su celebración a través del "facebook" y el "twiter" del Jazzaldia, las redes sociales con las que el Festival quiere aumentar "las posibilidades de contacto" con su público, ha señalado Martín.