Todos el mundo del toreo se sintió ayer atacado por la decisión del Parlamento catalán de prohibir las corridas, considerando la iniciativa «una barbaridad» que «atenta contra la libertad del ciudadano».

De este modo, el matador de toros sevillano Manuel Jesús El Cid expresó su «rabia tremenda» ante la noticia y puntualizó que, en esta decisión, «el toro es lo de menos, pues, en el fondo, lo que importa es que la fiesta ha sido utilizada por los nacionalistas catalanes como arma arrojadiza contra España».

Por su parte, el rejoneador Diego Ventura mostró la «tristeza y la indignación» propias que, según dijo, le provocan siempre las «injusticias». «Me parece una auténtica barbaridad esto, pues en un país en el que hay libertad para todo es injusto que prohíban un espectáculo al que no es obligatorio asistir», reprochó.

El diestro retirado Pedro Gutiérrez El Niño de la Capea dijo que es «una puñalada a la libertad y una afrenta inaudita contra la cultura», mientras que el ganadero jerezano Santiago Domecq Bohórquez señaló: «no sólo se ha perdido una de las plazas más importantes de España como es la Monumental de Barcelona, sino que desde hace años ha ido perdiendo una de las comunidades más taurinas de toda la geografía española».