Cientos de malagueños, abuelos, padres e hijos, que durante los últimos 51 años han disfrutado y soñado con las aventuras de Peneque El Valiente, lloran hoy la muerte de uno de los grandes. Miguel Pino perdía ayer la vida a los 87 años de edad tras haber sufrido un derrame cerebral que le tuvo ingresado en la clínica del Doctor Pascual durante la última semana. En 1959 creó una compañía de títeres que ha traspasado fronteras y que ha protagonizado decenas de giras por toda España. Sólo tenía una maleta cargada de marionetas y llena de ilusión.

Peneque El Valiente nació en la radio. En una emisora pirata de su pueblo natal: Villanueva de la Serena, precisamente el último municipio que le tributó homenaje. Fue el pasado 11 de octubre, como recuerda Antonio Pino, quien con su hermano Miguel, se hizo cargo de la compañía hace años. Ayer sentían la pérdida de su padre, pero también de su maestro.

«Mis hijos nacieron junto a la maleta de Peneque, lo han vivido desde pequeñitos y en algunas cosas me han superado», reconocía en una entrevista publicada por este periódico el pasado año, con motivo del inicio de los actos conmemorativos del 50 aniversario de la compañía.

Los muñecos tenían la fuerza que les otorgaba su creador. Y mantienen su vigencia en la era de las videoconsolas y las nuevas tecnologías. De forma admirable. Dejando boquiabiertos a los niños que asisten a sus espectáculos y a los padres, que se acuerdan de cuando ellos eran pequeños. «Son muchos los padres que se acercan y me saludan diciéndome que vieron a Peneque de pequeños, y hoy traen a sus hijos. ¿Hay algo más grande que eso para un artista?», decía en la misma entrevista.

Todos han gritado «¡Peneque, Peneque, dónde te metes!» algunas vez en su vida. De hecho, aseguran que quien lo repite, se quita años. Puede que por eso Miguel Pino, que seguía la evolución de sus hijos, gozara de una salud de hierro hasta el fatídico momento en que cayó enfermo hace una semana. «Le vamos a echar mucho de menos, sobre todo cuando actuemos en Málaga, porque nunca faltaba en las butacas», explicaba ayer Antonio Pino.

No sólo Peneque. También el Rey Simpatías, la Princesa Linda, Bolo el Sabio... incluso la Bruja Pelosblancos y Filibú el Malo. Todos añorarán al artista que les dio vida. A su padre.

Sus restos mortales fueron velados durante el día de ayer en la sala 17. «El destino es caprichoso, porque era su número favorito. Nació un día 17, se casó un día 17, está en el tanatorio 17 y se enterrará un 17», insistía su hijo. Hoy se celebrará una misa en Parcemasa a las 11.00 horas.