La decepción que sienten los cordobeses al conocer que Córdoba no será la capital cultural de Europa en 2016 recorre toda la ciudad, aunque la mayoría de ellos sienten que el trabajo realizado durante la última década les convierte, al menos, en ganadores morales.

Los cerca de mil cordobeses que se han dado cita en el Ayuntamiento de la ciudad para seguir en directo la designación del jurado a través de una pantalla de grandes dimensiones se han quedado sin palabras cuando el presidente de la comisión de selección, Manfred Gaulhofer, ha desvelado que la ciudad elegida es San Sebastián.

"No me lo puedo creer" o "no es justo" son algunas de las frases que se han podido oír en el vestíbulo del Ayuntamiento, donde la desolación es evidente, en gran parte, porque Córdoba era la gran favorita para ser la capital cultural de Europa en 2016.