Evidentemente el título de este libro es un tanto peculiar. El carro de la basura (Arguval) es un título «con valentía», que sigue la saga de relatos iniciada en Málaga en lo infinito I y II. El escritor malagueño Juan Antonio Florido se adentra en las entrañas de nuestra ciudad para retratar, entre la nostalgia y el humor, entre la realidad y la fantasía, vivencias, personajes y anécdotas del pasado y el presente malagueño.

«Es una obra en la que el malagueñismo aflora en cada una de las páginas, nuestra idiosincrasia, pero sobre todo es un libro terapéutico que entretiene y nos hace percibir la realidad de una forma diferente. Es un libro que va recogiendo lo que de malo hay en las cosas, lo monta en un carro y lo lleva allí donde se manda todo lo que es negativo y no sirve. Así, al final, después de leerlo, nos quedamos únicamente con lo que importa», comenta el autor.

Su llegada al mundo de la literatura fue tardío, hace unos quince años, cuando mostraba sus inquietudes sociales a través de las conocidas Cartas al Director, que aparecen en la sección de opinión de los periódicos. Esta estrecha relación con los acontecimientos de su ciudad, le animó a este profesor de autoescuela a zambullirse en el terreno literario. En El carro de la basura, Juan Antonio Florido convierte Málaga en un escenario de aventura e imaginación, en el que personas anónimas, solitarias y situaciones desconocidas para muchos se elevan a la categoría de hecho literario, pero a la vez combinado con un lenguaje muy popular.

Es ante todo un observador de todo lo que acontece en las calles, nada escapa de su retina. En estos relatos, el lector podrá conocer el significado de las cruces de humilladero que vigilan las entradas de los pueblos y ciudades; la historia de un vampiro que asoló la Málaga de la posguerra y de su relación con los colegios de caridad de Pedregalejo; que la ciudad fue el destino elegido por un avatar; la historia del sátiro de la manzanilla y el vasito de leche, o simplemente saber la vida de personajes singulares, locos y genios, que pasean hablando solos por el parque y el paseo marítimo.

«La gente cuando ha leído el libro me dice que muchas de estas personas e historias que rescato son totalmente reconocibles. Creo que con estos relatos, los malagueños se van a sentir orgullosos de su ciudad, porque en muchas situaciones se van a ver reflejados», afirma Florido.