Ocho años de análisis acerca de los problemas que rodean a la sociedad actual. Manuel Jiménez Friaza (Osuna, Sevilla, 1956), profesor de lengua y literatura en el instituto de Educación Secundaria San Blas, en Aracena, ha compaginado su labor docente con sus artículos semanales en La Opinión de Málaga, reflexiones ensayísticas que se acercaban a las preocupaciones del ciudadano, todos los sábados desde el año 2003 a 2010. Una parte de este legado escrito se ha reunido en el libro Deslindes y descubiertas (Bohodón Abey), título recogido de su blog en este diario y prologado por José Ramón Mendaza. Ayer, el autor presentó esta obra en la librería Proteo.

«Deslindes y descubiertas» es un conjunto de análisis de asuntos que nos rodean.

El libro son más de quinientas páginas y reúne menos de la mitad de todos los artículos que publiqué en papel en este periódico. Creo que mis artículos aguantan bien el paso del tiempo, porque el hilo con el que relataba la actualidad era muy débil. Son ensayos en los que importaba la reflexión de fondo, por lo que la actualidad no ha envejecido. Me siento muy identificado con una idea de Manuel Azaña, que distinguía la actualidad de la contemporaneidad y creo que mis artículos son contemporáneos y actuales en algunas cosas.

Entonces, ¿qué destaca de esa vigencia de los temas?

Mis escritos son artículos contra el pensamiento único, contra la realidad que construyen los medios de comunicación, contra los tópicos que pasan por ser la verdad y el criterio para interpretarlos no descubre ninguna verdad. Mi escritura es comunicativa; no estoy en ninguna torre de marfil y siempre busco la complicidad del lector, compartir y crear la razón común. El leitmotiv del blog Deslindes y descubiertas era una mirada sobre el mundo que busca revelar y rebelarse y es lo que sintetiza el espíritu de este libro.

¿Qué le preocupa?

Especialmente la conversión en mercancía del ser humano, la acción atroz del capitalismo nos va a llevar al abismo, pero también toco muchas otras teclas, como la denominada generación internet que veo en mis propios alumnos, que se han convertido en una especie de inspector Gadget, que salen de clase ya con el móvil en la mano y para comunicarse con un amigo que tienen enfrente prefieren los mensajes a hablar en persona.

Como profesor, ¿cómo ve el panorama para la juventud con los recortes en Educación?

Le hemos robado su futuro. Con alumnos de catorce años realizo actividades entre ellos para trabajar la expresión oral y la cortesía social y el otro día me llevé una sorpresa. Uno le preguntó al otro: ¿cuándo tengas que trabajar a qué país te irías? El otro lo aceptó con toda naturalidad y dijo que a Francia o Estados Unidos. Ya tienen asumido que tendrán que irse fuera y eso es un síntoma de lo que les espera. Esta crisis nos está desarmando a los que nos dedicamos a la enseñanza o nos está convirtiendo en hipócritas, porque ya no sirve decirles que estudien, que sean honestos, que se esfuercen, porque saben que no tienen futuro.