La otra oferta "multiculti" del Festival de Málaga se ha pasado esta mañana. "Wilaya" es una película que plantea la cotidianidad en los campos saharauis pero no desde una óptica documental o directa, sino a través de una historia sencillísima y que aspira a ser bonita. De tan discreta que es, la película se queda en poca cosa, un metraje sin vida y una experiencia apática.