Anochece en una de las ciudades más pobladas del planeta. El Cairo es un bullicio constante de transeúntes y coches que circulan sin orden y para colmo, la Primavera árabe ha llegado. La vida nocturna de la metrópoli egipcia discurre en sus taxis y es precisamente ahí donde se introduce David Muñoz, el creador de Otra noche en la Tierra.

El documental, estrenado ayer en el marco del Festival de Cine de Málaga, se remonta a octubre de 2010, cuando el cineasta malagueño participó en un certamen cinematográfico en Egipto como parte del jurado. «Pasé casi un día entero metido en un taxi y hablando con el conductor me di cuenta de que quería contar una historia así», explica Muñoz.

El rodaje comenzó en enero del pasado año, en pleno arranque revolucionario. «Fueron cinco semanas de trabajo en el que tuve la oportunidad de conseguir una gran cantidad de material, aunque no sabía muy bien con que me encontraría».

Y es que David Muñoz colocó una cámara en el interior de cada vehículo y se dejó llevar por lo demás. «Cuando llegué a España y tradujimos todo el material, nos dimos cuenta de que había historias buenísimas». El resultado: un proyecto de algo más de dos horas donde se alternan las historias personales de sus protagonistas con los debates que mantienen a diario con los clientes.

«Fue todo muy estresante, a veces teníamos problemas con la policía y con los permisos, pero mereció la pena», admite el malagueño, ganador de 75 galardones internacionales desde que comenzó su andadura hace algo más de un lustro.

En este trabajo, de principio a fin improvisado, se intercambian la preocupación de los sectores más conservadores de la sociedad por el futuro incierto de Egipto con el entusiasmo de la juventud por los nuevos tiempos. Mubarak, la economía, el tráfico, el Barça o las mujeres son algunos de los temas que aborda este documental, contados en primera persona por sus protagonistas. «No quería contar algo concreto ni dar mi opinión sobre las revueltas, sólo reflejar la realidad de un país a medio camino entre lo que ha sido y lo que puede ser», destaca David Muñoz.

Este malagueño afincado en Madrid, es además fundador y director de la productora Híbrida, una factoría de donde han salido decenas de proyectos cinematográficos como Flores de Ruanda, ganadora del premio al mejor corto documental en los Goya 2010.

Recientemente estrenó también La broma infinita, galardonada con el Premio del Jurado al Mejor Cortometraje Documental en la séptima edición del Al-Jazeera International Documentary Film Festival, entre otros muchos galardonadas.