No es nada habitual ver a Pepa Flores en un acto público, pero esta vez la ocasión lo merecía sobradamente. Una de sus hijas, la actriz María Esteve, se estrenaba ayer como fotógrafa en el Colegio de Abogados y la mítica malagueña quiso arropar a la intérprete, como también sus dos hermanas, Tamara y la cantante Celia Flores, quien acudió a la cita con su hijo, Curro. Tres generaciones de una familia con mucho arte y mucha Málaga en sus venas. De hecho, la exposición se titula De Málaga al cielo.

Se trata de una colección de treinta fotografías «hechas desde el corazón», que muestran pueblos de nuestra provincia. «Ahora el mundo se está hundiendo y yo trato de inmortalizar las cosas bellas que me rodean con el fin de no olvidarlas nunca», comentó la actriz, que ha aparcado durante un tiempo su carrera interpretativa para presidir la fundación que promociona y difunde el legado de su padre, Antonio Gades –tarea que compagina con la fotografía, que ha pasado de ser un hobby a una pasión con visos de futuro–.

Fotografías. Hablando de fotografías, las que coronan estas páginas y la primera plana de este periódico también tienen su historia. El reportero gráfico del diario, sabedor de lo reacia que suele ser Pepa Flores a aparecer en los medios de comunicación, le pidió a María Esteve si podía posar para una de las imágenes con su madre.

«Eso se lo tengo que preguntar a ella», respondió la joven actriz y fotógrafa. Se lo consultaron y la mítica malagueña no puso ningún problema sino su mejor sonrisa. Normal, estaba en familia, con sus tres hijas y su nieto, en la mejor compañía de todas.

De Málaga al cielo puede visitarse de lunes a viernes, de 09.00 a 15.00 horas.