Synth-Ecstesy es un espectáculo muy conceptual, con un acercamiento tan intelectual como sensorial. ¿No tiene miedo de que la llamen pretenciosa?

Quizás no me considere pretenciosa pero sí ambiciosa. Siempre quiero más, aunque de primeras no disponga de los medios para conseguirlo; mi constancia y mis ganas de aprender finalmente me llevan a mi objetivo. Azael [Ferrer, videocreador], mi alma gemela en el plano visual y lumínico, tiene la misma energía a la hora de trabajar y crear. Crear Synth-Ecstesy fue una nueva forma de trabajar para nosotros, mucho mas simbiótica y simultánea que en otras ocasiones, lo que proporcionaba mayor flexibilidad a la hora de adaptar los contenidos, las piezas musicales o el diseño visual... Cuando creábamos las imágenes y la música, en la oscuridad, me sentí como si fuéramos dos niños jugando, pero con tecnología.

En toda su obra pesa mucho más la investigación sónica que la melódica. ¿Qué le obsesiona de la manipulación del sonido?

En el universo sonoro de la música electrónica prima la síntesis, que no significa simplicidad sónica, en la expresión; el sistema de comunicación es mucho más directo, enseguida reaccionamos ante el estimulo sonoro con una sensación€ Componer con este tipo de herramientas me seduce por su infinidad de posibilidades, texturas, planos, colores. Inconscientemente pienso en composiciones pictóricas y matemáticas a la hora de componer, la razón por la que titulé Synth-Ecstesy este primer espectáculo para teatro: el juego de palabras entre sintetizadores y sinestesia me pareció divertido y acertado.

Una de las características de su sonido es el diálogo entre lo artesanal (los xilófonos y las guitarras) y lo tecnológico (el laptop). ¿No podrías prescindir de alguno de los dos elementos?

La tecnología y el arte digital me resultan emocionantes, fugaces en su evolución y me ayudan a ir hacia adelante. La música clásica me conmueve, se me queda dentro y permanece en mis composiciones, enraizada en mis emociones, es la que me hace reflexionar sobre el origen. ¿Como podría separarlas?

Ha colaborado intensamente como actriz y músico en Seres Queridos, de Bajotierra, y también ha ilustrado musicalmente desfiles de diseñadores, entre otros asuntos. ¿Es fundamental para usted el diálogo con otras disciplinas?

Si pudiera elegir muchas vidas me especializaría cada vez en una disciplina... No puede ser, claro, pero me siento igualmente satisfecha y llena compartiendo proyectos con otros artistas. Es súper enriquecedor ademas que después de cada experiencia de intercambio incorporas una nueva virtud a tus propias creaciones. De hecho, en julio comenzará una nueva producción de Las Flores junto a la excepcional bailarina de danza y compañera de sueños cruzados Ximena Carnevale. Ella habría sido músico y yo bailarina así que el amor a primera vista por este desafio fue recíproco.

Da la impresión de que es usted una artista insobornable, que no hace muchas concesiones. ¿Cuánto valora su independencia?

Se pueden hacer favores sin perder tu independencia. Es importante saber quién eres y qué quieres representar en cada momento; si no, es la muerte de tu identidad como artista.

Me interesan mucho algunas cosas de su propio sello, Oigovisiones. ¿Cómo va el proyecto?

Oigovisiones es uno de mis proyectos mimados, sobre todo porque la gente que está involucrada es todo corazón, son profesionales en sus disciplinas y son parte de mi Familia. Ricardo López, técnico de sonido; José Luis DeLaBlanc, diseñador gráfico, grandes amigos y apasionados como yo, decidimos aventurarnos a pesar de los tiempos que correar a crear un sello de música experimental, con proyectos arriesgados, interdisciplinar y en formato físico. El primer vinilo en edición limitada de Las Flores No Lloran saldrá en verano.

También han grabado en audio a artistas gráficos, registrando los sonidos de sus lápices, pinceles...

Sí, ya tenemos las muestras de audio que genera Emmanuel Lafont cuando dibuja... Y hasta ahí puedo contar [Risas]

Una curiosidad... ¿De dónde surge el nombre Las Flores No Lloran? ¿Es una respuesta a la conocida canción de Camarón Al verte las flores lloran?

[Risas]Es mi mayor competencia en el posicionamiento de Google pero él no fue el motivo del nombre, aunque ha estado cerca. Fue por una canción de Chavela Vargas: en la época en la que el proyecto nacía en mi habitación, mis compañeros de piso y yo cantábamos a viva voz La Llorona de Chavela... Una frase que me marcó fue: «Qué tendrán las flores del campo, llorona, que cuando las mueve el viento parece que están llorando...». Y pensé: «Pero entonces€ Las flores no lloran?».