El artista jienense afincado en Marbella Aurelio Rodríguez López ha sido seleccionado como finalista en los premios BP Portrait Award 2012, organizado por la National Portrait Gallery de Londres y considerado el concurso de retratos más prestigioso del mundo, gracias al retrato del empresario británico Lascelle.

El trabajo, la experimentación, la luz y el espíritu de Andalucía constituyen la escuela y han forjado la trayectoria artística de Rodríguez López durante los últimos treinta años. Con un arranque surrealista en su Jaén natal, el artista se sumerge de pleno en el realismo en Madrid, de la mano del prestigioso estudio de pintura Soto Mesa, aunque es en Marbella donde su estilo comienza a asentarse hasta alcanzar la madurez actual.

Los bodegones, los retratos y los desnudos femeninos ocupan un lugar central en una carrera de éxito y con enorme proyección de futuro. Aurelio Rodríguez López es, de hecho, uno de los grandes retratistas del panorama artístico internacional. Ha retratado algunas de las grandes figuras del panorama mundial, para plasmarlas con tanto rigor y fiabilidad, como emoción y ternura. Desde los reyes de Marruecos, Hassan II y Mohamed VI; el desaparecido Rey Fahd de Arabia Saudita; Tamara y Petra, las hijas del patrón de la Fórmula 1, Bernie Ecclestone; Phil Collen y Rick Allen, integrantes del grupo de rock duro Def Leppard; hasta el restaurador segoviano Cándido y toda su familia, así como multitud de empresarios de todo el mundo.

Son retratos sobrecogedores que trascienden en el tiempo. Rostros de los cinco continentes, que le han proporcionado un conocimiento único tanto de la fisonomía, como del espíritu del ser humano. El mejor ejemplo es el retrato del empresario británico Lascelle, junto con la foto de sus seis hijos, considerado uno de los mejores del mundo por la propia National Portrait Gallery.

La faceta de retratista internacional se une al desarrollo de su obra más apegada a su tierra y tradición, marcada por los impresionantes bodegones. El pintor es capaz de reproducir en dichas obras la sensación de atmósfera con una minuciosidad propia de la Escuela Flamenca.

Son obras vibrantes, como su cuadro ¿Crisis?, ganador del primer premio en la I Bienal Internacional de la Pintura al Pastel en España, que muestra a dos niños observando una hogaza de pan.