A veces me sorprendo cuando veo a cientos de chavales haciendo cola frente a un establecimiento para comprar la última versión de su consola favorita. Me hace mucha gracia ver una larga hilera de gente esperando, el primer día de las rebajas, a que abran un comercio para, a la carrera, salir a comprar esos productos bajos de precios que se supone solo se pueden conseguir ese día.

No sé si hace 55 años, un día como el de hoy, hubo alguien en la puerta de la Seat para comprar el último y revolucionario coche que salía de su fábrica.

Ha pasado el tiempo, para algunos será un suspiro, para otros toda un vida, pero con el corazón en la mano y haciendo memoria, ¿Quién de aquel entonces, no tiene alguna historia relacionada con un SEAT 600?

Fue el primer coche que tuvo mi familia, era verde y nos trajo muchas veces a Málaga y una vez al mes hacía el trayecto desde Valladolid a Madrid con toda la familia dentro€

Se calentaba más que Écija por esas curvas de aquellas carreteras camino de Ronda€

Yo heredé el coche de mi padre, que se compró un 127 y entonces me llevó cada día a la Universidad, donde aprendí muchas cosas, aunque alguna de ellas y en el asiento de atrás, solo me enseñó el seiscientos€