La Orquesta Filarmónica de Málaga (OFM) no vive sus mejores momentos. A la creciente pérdida de público a los recitales se suma ahora el descontento de buena parte de los músicos de la formación, que creen inadecuado el camino trazado por el director titular y artístico, el maestro Edmon Colomer, a quien culpan de este ´divorcio´ entre la orquesta y el público. Los músicos argumentan que Colomer no ha respetado la «tradición malagueña ni el gusto del público» y que, por tanto, es responsable de esta situación.

El próximo viernes, la OFM abrirá su nuevo ciclo (Teatro Cervantes, 20.30 horas) con un concierto de bienvenida en el que se ofrecerá una selección de las obras de la temporada. Y lo hará en un ambiente enrarecido por el menguante número de abonados, que apenas llega a las 700 personas, y con una tensa disputa entre músicos y director que llegó a su punto más crítico en una reunión mantenida el pasado 29 de marzo entre Colomer y la Comisión Artística de la orquesta.

En dicho encuentro, los representantes de la citada comisión, Szabolcs Korkos y Juan Subiela, tildaron de «fracaso total» la programación de las dos temporadas diseñadas por Colomer, al considerarlas «poco digeribles y atractivas para los oyentes». Ante tales críticas, el director titular llegó incluso a expresar su voluntad de dimitir, según el acta de la reunión.

Por su parte, el presidente del Comité de Empresa de la OFM, Jaroslav Copák, también presente, matizó que de las cuatro orquestas andaluzas -Málaga, Granada, Córdoba y Sevilla-, la OFM era la única que había perdido abonados frente a la subida de público de las tres restantes, con lo que desarmaba la teoría que apuntaba a la crisis como causante de la pérdida de público en Málaga. En el encuentro también se recordó que la OFM llegó a tener hasta 1.200 abonados con el anterior director, Aldo Ceccato.

A finales de abril, los músicos decidieron comunicar por escrito las tensiones internas que se viven en el seno de la OFM al presidente del consorcio de la orquesta, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, a quien le explican que Colomer, «lejos de formalizar su dimisión, desde entonces está intentando acallar y amedrentar a la plantilla, además de tomar represalias contra varios miembros de la Comisión Artística».

El último escrito del Comité de Empresa de la OFM al que ha tenido acceso La Opinión, tiene fecha del 16 de julio y está dirigido al gerente de la orquesta, Juan Carlos Ramírez. En él se denuncia una situación de acoso laboral por parte de Edmon Colomer al presidente de dicho comité, Jaroslav Copák. Igualmente, el documento señala que el maestro Colomer «se niega a relacionarse con los órganos legítimos que representan a los profesores músicos».

Otra de las denuncias del Comité de Empresa de la OFM apunta hacia irregularidades en la contratación de músicos. «El maestro Colomer se niega a aceptar la contratación de músicos seleccionados por los procedimientos reglamentarios, sin embargo coloca a una solista sin aprobar audición en el puesto jerárquicamente más alto de la orquesta, hija de la concejala de Cultura de Mallorca».

Este periódico intentó ayer sin éxito ponerse en contacto en repetidas ocasiones con Edmon Colomer y con el director gerente de la OFM, Juan Carlos Ramírez, para que expusieran su punto de vista ante tal situación.