­Robert Redford ha vuelto a España, país con el que ha vivido una relación muy poco cinematográfica: aquí llegó en 1957 cuando pensaba que acabaría dedicándose a ser pintor, volvió para educar a sus hijos en las diferentes culturas y pasó un año sabático en Mijas.

El actor estadounidense llegó a la provincia de Málaga allá por 1966, cuando apenas tenía 29 años y cuando aún no era el reconocido artista perseguido por flashes y fans. Como ya contó La Opinión de Málaga en su sección Historias de la Costa en febrero de 2010, Redford entró en una crisis profesional, no sabía si se quería dedicar al séptimo arte o a la pintura y tras sus primeras incursiones en el cine se trasladó con su familia a Mijas, donde estuvo casi un año.

Así lo recordaba ayer en Madrid, donde presentó el Sundance Channel para España, que tiene como objetivo se pueda disfrutar en los televisores de aquí del mejor cine independiente. «Fuimos a Málaga, de allí a Fuengirola y de allí a Mijas y cogimos una granja en Mijas donde pasamos siete meses. No bailaba flamenco, pero fue una experiencia maravillosa», rememoró el actor.

Aquella estancia a finales de los sesenta en la Costa del Sol, tras la cual llegarían éxitos como Descalzos por el parque, no fue la primera que Redford tuvo en nuestro país. «Cuando tenía 19 años vine por primera vez. Estaba estudiando una carrera, quería ser artista, y vine a España.

Era 1957, así que todavía estaba la Guardia Civil (...) Fue una experiencia maravillosa. Viajé por el país, estuve en Barcelona y luego pasé dos meses en Mallorca, donde pinté algunos cuadros», explicó en una entrevista con Efe. Redford, que se desenvuelve mejor en los ambientes rurales que entre grandes estudios, que se enfrentó a la naturaleza en el cine con Las aventuras de Jeremiah Johson y creó su propio festival en las montañas de Utah (EEUU), en Park City, a temperaturas bajo cero, también buscó la tranquilidad años más tarde cuando comenzó a tener familia pero en un ambiente más cálido.

«Unos años después me convertí en actor y formé una familia, con la que volví a Mallorca y fue en la mitad de los sesenta. Estuvimos en Puerto Alcudia, un pequeño pueblo de pescadores. Estuvo muy bien, porque quería educar a mis hijos en contacto con otras culturas», aseguró. Tras Mallorca llegó el turno de Mijas: «No estaba seguro de si quería seguir siendo actor. Había hecho tres películas en Hollywood y me tomé un año sabático».

Mantener la independencia. El protagonista de clásicos como El golpe y director premiado con un Óscar por Gente Corriente aseguró ayer que su lema es «mantener la independencia, no estar atrapado en las convenciones o en los pensamientos de la mayoría... Siempre estoy buscando nuevas voces, nuevas ideas».

Sobre el Sundance Channel, Redford explicó que «queríamos ampliar lo que hacemos en el festival, porque solo dura 10 días y es en las montañas de Utah. Puedes esquiar y ver películas en un lugar tan extraño lo hace muy interesante», resaltó quien, en 1985, mucho antes de que el cine independiente fuera un negocio en Hollywood, decidió abrir este certamen al que bautizó como Sundance en honor a su personaje en Dos hombres y un destino.