Salomón Castiel siempre ha sido un gestor de altas miras y notables ambiciones. De ahí que, a su regreso a Málaga finiquitado su paso por la Mostra de Valencia, cuando Elías Bendodo, presidente de la Diputación, le nombró número dos de su departamento cultural, muchos ya anticipaban que idearía algún proyecto de importancia e interés. Un año y medio después aquí está, y se llama La Térmica. ¿Qué es? Básicamente, la reconversión del Centro Cívico, uno de los inmuebles con más solera de la institución supramunicipal, en centro de creación contemporánea en múltiples variantes. La idea se hizo carne ayer, en un acto multitudinario al que acudieron voces clave de la política y la cultura locales -Fernando Arcas, Ramón Reina, Diego Santos, Kike Mesa, Ángel Calvente, Mariví Romero, Fernando Francés y muchos más-.

De hospicio a incubadora de talento y difusora del talento de vanguardia. Trece mil metros cuadrados para descentralizar la cultura en nuestra ciudad -hasta ahora, prácticamente recluida en el casco histórico- y que buscan acompañar a otros grandes infraestructuras, como el Museo Picasso Málaga y el Centro de Arte Contemporáneo, en su afán de dinamización. «Las ciudades modernas reciclan sus espacios y edificios. En otras urbes hay fábricas antiguas que ahora son salas de exposición y mataderos en los que ahora se organizan actividades culturales. De igual forma La Térmica será un espacio vivo y cambiante al servicio de los procesos creativos», declaró ayer Elías Bendodo.

No es casual la referencia a los mataderos, puesto que el hermano mayor, la inspiración del proyecto malagueño es El Matadero de Madrid, un centro de creación contemporánea ejemplar en el continente europeo. Aquí también, como allí, se aprovecha lo pretérito -el estupendo inmueble del Centro Cívico, sometido a un lifting, no a cirugía invasiva; de hecho, el logo de La Térmica es un hexágono, por los motivos de los suelos originales del lugar- para buscar el futuro.

Lo cierto es que en un ámbito como el cultural, uno de los más vapuleados por la crisis, últimamente se informa más de cierres de espacios que de inauguraciones, y menos de iniciativas tan ambiciosas como ésta. «Somos conscientes del hecho y del gesto de la apuesta por la cultura de esta Diputación», aseguró ayer Salomón Castiel al tomar la palabra para defender el «espíritu integrador» de su proyecto.

El Centro Dramático Nacional, La Fábrica, La Casa Encendida y el Circo Price son algunos agentes culturales que colaborarán con el centro malagueño en busca de sinergias productivas. Ernesto Caballero, director del CDN, acudió ayer al bautizo de La Térmica y mostró su «asombro e impresión» por una iniciativa que le resulta «muy estimulante como ciudadano». «Buscamos la excelencia y la complicidad y la hemos encontrado aquí», aseguró para desvelar que el CDN realizará una serie de talleres de interpretación en el flamante equipamiento cultural malagueño.

Por su parte, el director y escritor Manuel Gutiérrez Aragón, también presente ayer, coordinará unos encuentros y talleres sobre cine. «Ésta es una apuesta de futuro impresionante, pero en la cultura todo va para largo. Un proyecto como éste necesita dos o tres años de paciencia», declaró, antes de sentenciar: «La Térmica es un ejemplo para otras ciudades. A pesar de la que está cayendo las cosas sí se pueden hacer».