Son referentes en todos los sectores de la vida. Su labor social, su «acción creativa» en nuestra sociedad en los ámbitos de la solidaridad, la arquitectura, la música y la educación fue distinguida por el Ateneo de Málaga con sus tradicionales Medallas, en un solemne acto que tuvo lugar anoche en la Sala María Cristina de la Fundación Unicaja y que fue presentado por Virginia Muñoz.

Los Ángeles Malagueños de la Noche, los arquitectos Carlos Verdú Belmonte y César Olano Gurriarán, el compositor y crítico musical Manuel del Campo y el proyecto educativo La ilusión de vivir y crecer en compañía, del colegio Nuestra Señora de Gracia, recibieron anoche el reconocimiento del Ateneo malagueño.

Antonio Meléndez, presidente de Los Ángeles Malagueños de la Noche, fue el primero en recoger el insigne galardón. Esta iniciativa solidaria, impulsada por Felisa Castro hace unos años cuando trajo esta idea desde Milán al pasillo de Santo Domingo con el objetivo de repartir alimentos a los más necesitados, no pensó que en la actualidad iba a llegar a dar unos 1.800 servicios diarios debido a la terrible situación de crisis. «Sin los malagueños sería imposible atender a tantas personas. El que tenga mucho que ayude mucho, el que tenga poco que ayude poco y acordaos de que hay gente que no tiene nada», destacó Meléndez.

Por su parte, el arquitecto Borja Peñalosa fue el encargado de glosar la figura de César Olano y Carlos Verdú. De ambos resaltó su tesón en introducir la «modernidad» en nuestra ciudad a principios de los 60 de forma «sincera y responsable», una época de expansión urbanística caótica. «Con su trabajo dieron respuesta a problemas concretos, investigaron y experimentaron los materiales y trascendieron la arquitectura. Fueron impulsores de la modernidad y ejercitaron la profesión de forma responsable», agregó.

El compositor y presidente de la Academia de San Telmo, Manuel del Campo, recordó emocionado sus años en la Sala María Cristina, «el aula magna de la Facultad del oído», recordando las palabras de su amigo, el fallecido poeta malagueño Alfonso Canales, a la vez que Francisco Fadón alabó su aportación a la cultura como concertista, escritor y crítico musical.

La ilusión de vivir y crecer en compañía es el resultado de la apuesta decidida de un grupo de profesores que hace una década decidieron llenar de esperanza las aulas del colegio Nuestra Señora de Gracia, con la idea de que otra escuela es posible. Encarna Soto expresó que los maestros de este centro trabajan día a día con la intención de dar una oportunidad a esta población infantil. De hecho, esta experiencia se ha llevado el reconocimiento de la comunidad educativa con numerosos premios por sus novedosos proyectos.