Juan Antonio Vigar se estrenó ayer como director en funciones del Festival de Málaga -la propuesta de su nombramiento se elevará al consejo de administración de la sociedad del certamen el próximo 27 de diciembre- con la pregunta sobre una polémica medida que ya se aplica en otros festivales y que actualmente sobrevuela los despachos del de Málaga: cobrar la acreditación a los periodistas que acuden a cubrir el certamen. «Es una medida que vamos a estudiar», apuntó Juan Antonio Vigar, quien, no obstante, confesó que, si la situación económica lo permite, evitará hacer pasar por caja a los profesionales de la información.

Al respecto, el concejal de Cultura, Damián Caneda, destacó que esta medida, que se decidirá aplicar o no en su momento, descongestionaría el abultado número de acreditaciones que recibe cada año el Festival. Curiosamente, este elevado número de acreditados es una de las «varas» con las que el certamen ha medido su éxito en años anteriores, dando a entender que a más medios acreditados más difusión externa recibía tanto la cita como la propia ciudad.

El de Málaga sería el último festival en sumarse a la moda -hoy día muy extendida y considerada «normal»- de cobrar a los informadores por ejercer su labor. En su pasada edición, la Semana Internacional de Cine de Valladolid (SEMINCI) decició cobrar 30 euros por acreditación a los periodistas, lo que desató un aluvión de críticas por parte de la Asociación de la Prensa de Valladolid, que emitió un comunicado asegurando que «pagar por informar es un ataque a uno de los principios básicos del periodismo, el derecho a un acceso libre a la información».