La Fundación Picasso atestigua la admiración que el pintor y escritor Ramón Gaya (1910-2005) sintió por el artista malagueño con una nueva muestra temporal inaugurada este viernes en su sala de exposiciones y compuesta por 31 pinturas, nueve fotografías, libros, documentación y dibujos. La muestra 'Ramón Gaya. Picasso y la Pintura' será visitable hasta el 19 de mayo.

La exposición forma parte de un intercambio entre la Fundación Picasso y el Museo Ramón Gaya de Murcia, que aporta la práctica totalidad de los fondos y que como contrapartida ha inaugurado la muestra "Picasso y sus musas", con obra gráfica perteneciente a la colección de la institución malagueña.

El artista murciano fue "un enamorado de Picasso", al que dedicó media docena de textos entre 1934 y 1978, año éste en el que instaló su primera gran exposición en Madrid a su regreso definitivo del exilio, ha recordado hoy en rueda de prensa el director del Museo Ramón Gaya de Murcia, Manuel Fernández Delgado.

Gaya decía de sí mismo que "era pintor y necesitaba escribir para razonarse lo que estaba pensando", aunque "hay gente que lo considera más escritor que pintor, sobre todo los enemigos pintores", ha apuntado Fernández Delgado.

Sus escritos son "de una altura excepcional" y ofrecen "una visión singular del mundo de la pintura", y es que por ejemplo sostiene "que la Historia del Arte acabó en el cubismo, que fue el último gran movimiento, y todo lo que ha pasado después es repetición".

Gaya había estado adscrito a la vanguardia y en 1927 fue becado por el Ayuntamiento de Murcia para viajar a París, aunque antes pasó por Madrid para saludar al escritor Juan Ramón Jiménez, quien le animó a conocer el Museo del Prado antes de trasladarse a la capital francesa.

"Aquella visita fue providencial, porque en París vio viejo y sin vida lo que se exponía en sus galerías, abandonó la modernidad y se abrazó a la tradición, a la verdadera pintura como él decía", ha señalado Fernández Delgado.

Sería precisamente en París, en 1928, "un día de primavera y sol en la rue de La Boetie", como relataría posteriormente, cuando conoció a Picasso, "ese personaje de la mitología".

El murciano repite los mismos homenajes y temas en distintos cuadros, y en sus diarios explicó que "no se repetía, sino que insistía", y que "el gusto no está en la variación, sino en la repetición".

Durante su exilio de trece años en México, Gaya homenajeó a Velázquez, Murillo, Rembrandt, Tiziano, Constable, Picasso, el cubismo y los pintores chinos y japoneses.

Gaya dijo de Picasso que "no se le podía discutir el trono" y destacó su "poderío", que definía como "la suma de esas virtudes que él tiene, es decir, el nervio, la invención, la valentía, la sorpresa, la agilidad y el talento"