De los autobuses y medios de transporte colectivo en general han desaparecido los repulsivos avisos de Se prohíbe fumar y Se prohíbe escupir en el suelo, como también se ha eliminado el de Se prohíbe hablar al conductor, aunque este precepto convendría mantenerlo porque algunos viajeros vulneran la recomendación y le comentan a su amigo conductor el buen partido que jugó el Málaga en la jornada del domingo anterior.

Lo que colmó el vaso de la repugnancia fue el aviso que se puso en el descanso de un cine de nuestra ciudad -el Duque- con el siguiente texto: «Se prohíbe orinar en el suelo».

La empresa tomó esta decisión porque muchas madres que iban al cine con sus niños, si alguno le decía al oído, o a voz en grito, que tenía ganas de hacer pipí o mear, la madre, encandilada con la trama de la película, ponía al rorro o rorra a hacer sus necesidades en el mismo lugar donde se encontraba. Y a veces, las mismas madres lo hacían también para no perderse ni una escena de la película.

¡Así olían algunos cines de barrio de nuestra ciudad!

El aviso duró poco porque la autoridad competente mandó retirarlo nada más tener conocimiento del hecho.