Mal de Tourette«Dice P» y «Júbilo terminal»

El ciclo que se desarrolla desde hace ya unos años en el Teatro Cánovas con el nombre de Mal de Tourette abarca distintas vertientes artísticas con una referencia común: un punto de vista poético. Una apuesta por la representación de los valores y las sensibilidades humanas o humanísticas en su concepción integradora y diversa. Empeño que tiene sus frutos en las estupendas creaciones que se estrenan a su sombra. Un programa extenso y variado. En fechas distintas asistimos a dos de estos trabajos: Dice P y Júbilo terminal. Ambos representaciones teatrales. La primera tenía el atractivo de ser un estreno de emprendedores y jóvenes creadores malagueños, y la segunda venir interpretada por el actor y premio nacional de teatro Jose Pedro Carrión. En las dos, y por encima de la diferencia estilística e incluso generacional, un mismo deseo de contar historias que sirvan para mover el corazón y alentar la voluntad del espectador. Dice P, de Vicente Ortiz y M. Muñoz Zurita, e interpretada por el propio Zurita y Noelia Galdeano, es una historia apasionante donde una sencilla idea se diversifica en discursos que invitan a reflexionar sobre nuestra pasividad ante hechos morales actuales y de siempre. Un buen hombre, el señor de la trompeta que va con su cabra y su escalera por las calles animando por unas monedas la cotidianeidad de los demás, se encuentra de buenas a primeras privado de su animal por una burocracia que pretende sacrificarla en su beneficio. Terrible paradoja. Como aterradores resultan las conversaciones y las imágenes proyectadas. Y sin embargo con toda la fuerza escénica que le imprime su principal intérprete en una demostración actoral extraordinaria. Eso sí, resultado de un trabajo grupal que se intuye compacto y con una intencionalidad exquisita. En Júbilo terminal, con José Pedro Carrión y Valery Tellechea partimos de una noche de resaca, la que sucede al homenaje a un gran actor clásico. Él se enzarzará en reflexiones sobre sus logros personales y profesionales a través de muchos de los personajes interpretados en su carrera, y que le llevan a poner en duda su trayectoria vital. Pero no es sólo un recorrido por un pasado épico, porque la irrupción de su alumna, compañera o tal vez conciencia, le hacen rememorar y añorar los ímpetus de unos comienzos jóvenes -ahora aparcados- más comprometidos con una voluntad social que nacía desde el propio teatro menos comercial. Dos ejemplos de teatro con el afán común por ensalzar arte y vida.