La Diputación de Málaga ha organizado una exposición en la que a través de más de 80 fotografías y documentos históricos se recorren los 100 años de historia del edificio del Centro Cívico, que actualmente acoge La Térmica.

La inauguración de la muestra este jueves ha contado con la participación de la vicepresidenta primera de la Diputación, María Francisca Caracuel, y del diputado de Servicios Generales y responsable del inmueble, Jesús Fortes, así como de los directores del Centro Cívico y de La Térmica, José Manuel Atencia y Salomón Castiel, respectivamente.

"El edificio es una parte importante de nuestra historia y ha sabido adaptarse a los tiempos y a las circunstancias hasta convertirse en lo que es hoy", ha señalado Caracuel, quien ha destacado que La Térmica es ahora un centro de creación y producción cultural de referencia no sólo en la provincia, sino también en el panorama nacional.

La exposición '100 años de historia de un edificio' permanecerá en las instalaciones de La Térmica --primera planta-- hasta finales de octubre y ya en noviembre se llevará a los municipios de la provincia.

Por su parte, Fortes ha resaltado que el Centro Cívico lleva 100 años al servicio de la ciudadanía y ha realzado el trabajo de muchas personas que han contribuido desde estas instalaciones a mejorar la calidad de vida de la provincia.

Las obras de construcción del edificio se licitaron en 1906 por 750.236 pesetas, aunque, finalmente, costaron 878.081 y comenzaron en 1907. El inmueble se ubicó en una finca segregada del cortijo de Ahumada, que fue cedida por los marqueses de Larios.

El inmueble estaba destinado a acoger la Casa de la Misericordia pero, antes de que acabaran los trabajos, en 1909, se cedió al Ministerio de la Guerra para acoger a los heridos de la Guerra de Melilla.

Las obras finalizaron en 1912, así se lo comunicó el gobernador a la Diputación, y el Hospital de la Sangre dio paso a la nueva Casa de la Misericordia, que sustituía a la que primero se ubicó en el Convento de Santo Domingo y después en la calle de los Negros.

Vivió y se adaptó a la dictadura de Primo de Rivera, cuando se pusieron en marcha talleres de formación profesional para los internos, que aprendían los oficios de zapatero, impresor, carpintero o panadero. La reina Victoria Eugenia fue la encargada de inaugurar estos talleres.

El edificio también fue testigo del advenimiento de la II República, en 1931, cuando se realizaron algunas inversiones y reformas; del triunfo del frente popular en 1936, iniciándose la laicización del centro, y del inicio de la Guerra Civil, cuando el edificio volvió a cambiar de nombre, siendo entonces Casa de la Juventud.

En 1937 retomó el nombre original, el de Casa de la Misericordia, y en 1938 pasó a ser el Hogar de Nuestra Señora de la Victoria, cumpliendo un papel de acogida de los huérfanos de guerra. En este periodo se crea una vaquería y un gallinero, se produce pan y se cultiva un huerto para autoabastecerse. Además, el compositor Perfecto Artola creó una banda de música con los internos.

La llegada a la presidencia de la Diputación del actual alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, dio un aire de modernidad al edificio y puso en marcha una serie de reformas, como la creación de la Residencia o Casa de Familia.

Un paso clave en la historia del edificio lo protagonizó en 1988 el expresidente Antonio Maldonado: el Hogar de Nuestra Señora de la Victoria dejó de ser un internado y se creó el Centro Cívico. Era un nuevo espacio sociocultural que se abrió a la participación ciudadana, como pedían los nuevos tiempos.

La vicepresidenta primera de la Diputación ha subrayado que el actual equipo de gobierno del PP, casi 25 años después, ha dado un nuevo golpe de timón a este edificio y lo ha colocado en la vanguardia de la creación artística española con la puesta en marcha de La Térmica. "Afortunadamente, las necesidades han cambiado, pero Málaga sigue disfrutando de un edificio que forma parte indisoluble de su historia", ha manifestado.