Somos insaciables. Estamos sedientos. Por mucho que bebamos, éste parece ser nuestro estado natural. La sed se ha instalado en nuestra boca, incluso, más profundo, en las vías respiratorias y estómago. En el corazón, un órgano sediento que, con cada latido, reclama más sed. Al menos, esa es la sensación que tengo ante este precario modelo de convivencia social que, entre todos, estamos promulgando y defendiendo. Ahora que el calor aprieta, soñamos con latitudes que se debaten entre los azules y verdes, las mismas donde la belleza adquiere un sentido total. Ahora que el calor nos recuerda su significado más real y certero, nos quejamos, escupimos al aire las maldiciones por este ambiente asfixiante que promete poner la cosa difícil para los meses estivales. Hace días, tan sólo días, mirábamos al cielo, compungidos, suplicantes, adorando a ese verano que estaba por venir. El verano de nuestros sueños. Y ahora, sí, ahora que la antesala estival está aquí, lo odiamos por los cuatro costados. Lo dicho. Somos insaciables. Estamos sedientos. Hace años pensaba que esa otra manera de ser insaciable, de tener sed por siempre, era algo muy de la ciudad de Málaga, pero no. Es algo que nos une y cose. Que nos define cual rebaño de ovejas. En Alfarnate y Singapur. El movimiento ajeno, en la dirección que sea, nos produce sed, una sed de ácido que nos daña, que nos hunde en la caverna. Una sed telúrica, casi ancestral. También hay otro tipo de sed, la misma que nos empuja a buscarnos en el otro, a reconocernos en la sonrisa, en el abrazo, en la sinergia. Este fin de semana vamos a tener mucha sed. De la buena. Arranca una nueva propuesta musical, SMS (Soho Málaga Sound) Festival, que tendrá lugar en la explanada del CAC Málaga, entre hoy y mañana, con un cartel confeccionado con buen ojo, con aliento bien medido y regulado, de respiración entrecortada. Pony Bravo, Autumn Comets, El Columpio Asesino, Cápsula, TISM, Kermit, entre otros, prometen causarnos mucha sed, de la que te hace pensar en futuras ediciones, en trabajos bien hechos, de largo recorrido, alejados de caprichos políticos sostenidos, sólo por la tendencia que marca la cultura de lo efímero. Otro festival que lleva años con sed, sed de más y mejor, es el Ojeando, que este año se ha salido. Simplemente. Jero Romero, Ferreiro, Corizonas, Hola a todo el mundo, Izal... Juntos, revueltos y con otros conforman el cartel de la edición 2013 de ese festival artesano que es el Ojeando y que tendrá lugar el 5 y 6 de julio en la localidad de la Sierra de las Nieves. Otra oportunidad para tener sed de más, de música, de vida. Sed de uno y sed de otros.