El rico material localizado por los dos escritores ya dio pie en 2008 al libro La afición taurina malagueña en las plazas de toros, que realizaron junto al historiador malagueño Manuel Muñoz.

«Teníamos tanta documentación de plazas anteriores a La Malagueta que le propusimos a Manuel Muñoz hacer el libro de estas plazas», comenta Enrique Recio, que además añade: «Quiero tener un recuerdo para Manuel Muñoz porque ha sido un maestro para nosotros y yo creo que del siglo XIX pocas personas sabrán más que él».

De la plaza de las Cuatro Calles, a la de madera junto al Convento del Carmen -en donde torearon Pepe-Hillo y Pedro Romero-, pasando por la de Pescadería, la famosa plaza de Álvarez -demolida en 1864- y concluyendo con el Circo de la Victoria, que cerró hacia 1870. Precisamente la nueva obra de Enrique Recio y Cosme Rueda se hace eco de ese vacío tras el cierre del Circo de la Victoria. «En el libro se explica ese periodo y ya había en Málaga una especie de deseo de que la ciudad tuviera una plaza de toros en condiciones porque desde la plaza de toros de Álvarez había afición», sostiene Enrique Recio.

Una de las noticias más sorprendentes para el aficionado taurino malagueño es que los dos autores han conseguido una fotografía de la plaza de toros de Álvarez, en la que puede verse un tendido. Construida por el poderoso Antonio María Álvarez, gobernador de Málaga y creador del pasaje de Álvarez (luego de Chinitas), fue visitada por Isabel II y la familia real en octubre de 1862, durante su visita a Málaga.

Y si el libro publicado en 2008 es una suerte de gran prefacio de la obra que ha comenzado a publicarse en 2013, en esta hay espacio para conocer la vertiente no taurina de La Malagueta, que también tiene su hueco. «En este y en los próximos libros reflejamos la cantidad de espectáculos no taurinos que se dieron: de La Malagueta salió un señor en globo y apareció en El Palo, la cruzaron haciendo equilibrio en un alambre y se han dado conciertos extraordinarios», precisa Enrique Recio.