Hace unos meses, cuando puso fin a su último libro de relatos "Mi vida querida" Munro anunció que era lo último que escribía, que sus 82 años había exprimido su genio literario. Ahora la academia sueca le obligará a ofrecernos un último texto. Munro tendrá que escribir el discurso para la ceremonia de entrega del Nobel. La genialidad se cobijó en su pluma desde joven y obró el milagro de que Munro escribiera algunos de los relatos más significativos de la literatura en lengua inglesa. Pero no es un genio cualquiera es uno de especial singularidad que le ha permitido contar en treinta páginas lo que otros no consiguen en novelas inconmensurables. Esta vez el Nobel premia a un genio, qué genialidad.
Sus últimas reseñas publicadas en el suplemento Libros -puedes consultar sus contenidos visitante nuestro canal-, que cada sábado publica La Opinión de Málaga:
