El documental de Alejandro Alvarado y Concha Barquero Pepe El Andaluz ya dejó gratísimas sensaciones durante su estreno en el pasado Festival de Málaga-Cine Español, donde consiguió el Premio del Público, y también en su paso por una de las citas imprescindibles para la no ficción en nuestro país, Documenta Madrid, en la que logró el Premio Canal + al Mejor Documental Español. Hasta en un certamen de Quito (Ecuador) los malagueños han sido galardonados. Ahora llega la prueba de fuego, su estreno en salas, concretamente en el Cine Albéniz, que cimenta desde hace unas semanas una programación con especial atención al documental. «El paso por festivales de Pepe El Andaluz se está viendo muy recompensado, no sólo en premios, que son clave para una película y más aún pequeña como ésta, sino sobre todo por la respuesta del público, siempre muy cálida e intensa, muy emocional, algo no siempre frecuente en el documental y que nos deja muy satisfechos», apuntan Alvarado y Barquero, que proyectarán pronto en Madrid, Granada, Valencia y fuera de nuestras fronteras, en México, Bruselas, Berlín...

Y lo han conseguido con una historia íntima y familiar, la de una búsqueda de un pariente -el abuelo del propio Alejandro Alvarado, cuya pista se perdió en Argentina-; una película que también es una investigación genealógica con tantos claros como sombras. Y, sobre todo, una historia que conecta y engancha con el espectador: «Se suele asumir que los problemas tradicionales del documental en su relación con el público se basan en una cierta dificultad e inaccesibilidad temática y formal, pero más bien se trata de un problema de distribución, de embudo. Dentro de la no-ficción puede haber tanta emoción, humor y sí, desde luego riesgo formal y estético, que en la ficción, y eso es algo que el público sabe apreciar si se confía en sus capacidades y en las posibilidades de un cine plural», afirman.