Muchos conocerán la cara de Eduardo Pérez porque fue uno de los dependientes de la extinta Tienda Tipo, en plena plaza Uncibay. Antes de la desaparición del local donde bastantes compraban sus dosis de música alternativa, marchó a Inglaterra: quería participar en la gestión de festivales, vivir en el intríngulis de la música. Y a fe que lo consiguió; hoy, con la experiencia acumulada, se zambulle en una aventura multidisciplinar, Mizake -www.mizakemag.com-, un magazine online dedicado a la música más inquieta y que será la plataforma a partir de la cual se organizarán conciertos mensuales en la ciudad.

«Esto nace como una manera de mostrar mi pasión por la música menos convencional. Estoy cansado de ver en todas las publicaciones online o físicas referencias a las mismos artistas. La idea principal del magazine es ayudar y promocionar estilos o bandas que en otros medios no se interesan», nos comenta Eduardo, que también no quiere reflejar, exponer sino participar, promover: «Lo del evento mensual va a ser sólo la punta del iceberg. Empezaremos con el evento mensual, dando un poco de variedad a la actividad musical de la ciudad en pequeñas dosis, pero como ya he dicho esto es sólo el principio. Va a haber Mizake para rato...». El próximo 31 de octubre el quinteto de Tenerife Gaf y La Estrella de la Muerte -«los seguidores de Stereolab o Sigur Ros no deberían perdérselos»- protagonizarán la cita de este mes; los murcianos Perro -«indie-rock festivo que va a dar mucho que hablar»- y el trío salmantino El Altar del Holocausto -«una banda de rock instrumental de referencias católicas y una puesta en escena muy visual»- son los nombres en la recámara, «más algún as en la manga que no puede ser desvelado».

Eduardo Pérez, desde luego, tiene valentía para lanzarse a una empresa como ésta. «Nadie dice que vaya a ser fácil, pero me gustan los riesgos. Málaga es una ciudad complicada: el público mayoritario se mueve por modas, pero no estoy interesado en ellos. En Málaga hay mucha gente que escucha música con el corazón y no por lo que está de moda, así que le dedicaré todo mi trabajo a ese público», asegura el malagueño, que trabaja con el convecimiento que sólo trae la pasión por algo.

Sabe que las cosas se pueden levantar, pueden hacerse realidad, porque las vio en Inglaterra. «Eso es un paraíso. Allí todo lo relacionado con nuevas bandas, conciertos, festivales, etc€es de lo más normal. Es algo que se respira en la calle. Es muy fácil, organizar un evento musical. Nadie te pone pegas o hay problemas con los permisos o la policía. Allí, la música es cultura de verdad, sin importar el estilo». El regreso a España fue duro: «Nuestro país vive en una edad media caduca y retrograda, donde los políticos sólo ayudan a eventos establecidos y la música en España se rige por el criterio de una pandilla de mafiosos apoyan exclusivamente a caducas glorias o músicos auspiciados por multinacionales. Si a esto le añadimos la idiosincrasia española de envidiar y hablar mal del prójimo sin ni siquiera conocerlo o la poca cultura musical... Podemos darnos con un canto en los dientes por que todavía existan músicos, promotores, periodistas y gente relacionada con la música independiente que siga adelante y vivan de ello. Yo me uno a ellos en la batalla contra el tedio y lo establecido». Suerte.