Una de las publicaciones online más singulares de las surgidas en esta infinita explosión de webzines es, sin duda, Obituario. Diez números, de momento, que, lejos del espíritu enciclopedista y despreciando la pedantería, exploran las vidas y las obras de otros tantos talentos míticos de nuestra historia cultural. Cada mes, flores sobre una tumba.

Todo parte de Gabriel Noguera, poeta y guionista -suyos son los bocadillos del excelente cómic Órbita 76, dibujado por José Pablo García- y, como podrán comprobar, un simpar personaje. «La idea de Obituario fue de mi concubina, a la que por razones legales llamaremos Sonia Marpez. Ella tenía ganas de trabajar con muertos, pero con la crisis no contratan ni en las funerarias, así que decidió que podíamos trabajar con muertos artísticos: creadores fallecidos que no podrían demandarnos por hablar de ellos. Yo colaboré con el título, pues soy de natural vago. El primer número lo sacamos en mayo de 2013, después de que embarcáramos en tan descabellada empresa a unos locos entusiastas».

De Ian Curtis, el cantante de Joy Division que acabó con su vida ahorcándose en la cocina, a Albert Camus, el escritor de La peste que murió en un accidente de tráfico. La selección es desprejuiciada y exquisita. Explica Noguera: «El requisito principal, claro, es que falleciera en el mes que toca. Es decir, no podemos sacar un número en junio con un artista que murió en febrero (además, la revista sale el día concreto que éste falleció). Normalmente nos dejamos llevar por nuestros gustos personales, aunque también influyen cosas como que se cumplan cifras redondas del deceso, que haya variedad de disciplinas, etc. El número de febrero irá sobre Sylvia Plath aunque en realidad nos gusta más Dostoievski, pero había alguna queja sobre la falta de mujeres tratadas (lo que era casual, igual que el hecho de que todavía no haya aparecido ningún artista con bigote o ningún negro)».

Victoria Maldonado, José Luis Valverde, Silvia Grav, Laura Franco, Angelo Néstore, Adriana Schlittler, Cristina Consuegra -colaboradora de La Opinión de Málaga- y muchos más componen la ingente nómina de colaboradores de Obituario, un ejército de talentos que enorgullece a Gabriel Noguera: «Pedirle a un artista que ponga su talento al servicio de una publicación sin cobrar y que esta persona colabore con entusiasmo... Bueno, es para estar muy agradecidos. Y además el nivel es muy alto, es una gozada trabajar con todos ellos», apunta el coordinador de la p ublicación, quien destaca la contribución del prestigioso Manuel Vilas, que nos mandó un poema inédito a propósito de Francis Scott Key Fitzgerald a pesar de que, dice, él y su equipo son «unos indocumentados». Todos ellos aportan sus miradas al personaje, participando de la filosofía Obituario: «Nos mueve, fundamentalmente, el espíritu lúdico de reinterpretar desde diferentes ópticas la vida, obra y muerte de artistas que nos interesan. Nosotros ponemos el terreno de juego y cada colaborador explora con total libertad». Todos ellos ponen flores frescas a las tumbas de imprescindibles héroes de la cultura.