La temporada americana está siendo especialmente dura para el banderillero malagueño Juan José Trujillo. En sus primeros compromisos en la cuadrilla del diestro Alejandro Talavante, después de abandonar las filas de José María Manzanares, está siendo muy castigado por los toros.

El primer percance se producía el pasado 27 de octubre en la Monumental Plaza México, donde precisamente debutaba con el torero extremeño, y donde fue herido de gravedad a la salida de un par de banderillas. El subalterno perdió el equilibrio al sufrir un derrote y ya en el suelo fue corneado en la cara interna del muslo derecho. Fue una herida limpia que le permitió en un tiempo relativamente corto volver a vestirse de luces y cumplir sus compromisos profesionales.

Pero el segundo accidente ha sido de mayores consecuencias, ya que el gran subalterno de Huelin sufría la pasada semana nuevamente un grave percance en la plaza de toros mexicana de Moroleón. El sexto toro de Barralva le infirió una cornada que le provocó una cornada de tres trayectorias en su pierna derecha, y lo que es peor, una fractura de fémur. Tras ser atendido en primera instancia en la enfermería de la plaza, hasta la que llegó con fuertes dolores, Trujillo fue intervenido en el centro hospitalario Corta Estancia de la ciudad mexicana. Dos días después del percance volvía a ser operado por el doctor Ramiro Vargas Vázquez, en este caso en el Hospital de Querétaro, donde permanece ingresado. Aunque su intención es la de regresar lo antes posible a Málaga para recuperarse en casa, la gravedad de la cogida no aconseja su regreso aún, toda vez que será precisa una tercera intervención quirúrgica (inicialmente prevista para ayer) antes de que la pierna adquiera la fortaleza necesaria. Así, antes, habrá que cerrar una herida que los galenos mexicanos dejaron abierta por la inflamación existente en su pierna derecha. Realizar un injerto de piel parece la opción más probable, lo que puede demorar más un retorno a casa.