Pocas son las bandas malagueñas que puedan presumir de tener dos décadas a las espaldas. Y mucho menos si dedican su energía a un género tan maltratado como el punk. Pero en el ADN de No Picky, formación que nació en 1994, no parece habitar la célula de la muerte. Ellos siempre fueron unos zombies entregados a la diversión, los Ramones y el surf, así que han decidido regresar de ultratumba este año para celebrar su vigésimo aniversario por todo lo alto.

La pasada semana presentaban su nuevo disco, Habitando la 82, en la sala Velvet Club junto a Sputnik Veneno -otros malagueños a tener muy en cuenta-. Muchos estábamos esperándolos. Y ellos se han propuesto que el 2014 sea su año: el de 20 años no muertos, lema bajo el que han ilustrado su vuelta a la primera línea del punk rock. «Hasta hace un par de años habíamos estado muy parados, pero nos llamaron los de Sorrofest, de la sala Rock Sound de Barcelona, y nos invitaron a tocar. Así que decidimos ir para allá, retomar la banda y grabar este nuevo disco», relata Vogui, bajista del grupo. Andrés a la voz, Kiko a la guitarra y Álex a la batería completan la formación de No Picky, cuya próxima cita en directo será en el festival Velefique International Freeride de Almería.

Habitando la 82 es el cuarto elepé de No Picky, tras Here comes... Víbroboys!! (1999), Vampira, malísima y seductora (2002) y 64 (2007), y el primero que deciden autoeditarse al no encontrar apoyo por parte de ningún sello. «No está la cosa muy bien que digamos», reconoce Vogui, quien recalca que, aún así, el sonido de este nuevo álbum es «muy potente». Y no miente: el disco está grabado y mezclado en los estudios Rockaway, en Castellón, por Coky Ordóñez (guitarrista de Shock Treatment y Depressing Claim). La remasterización corrió a cargo de la empresa estadounidense Sage Audio. «Habitando la 82 recoge el testigo de 64 y mantiene la esencia de nuestro sonido. Si de algo estamos orgullosos es de haber logrado un cierto sonido propio. Las canciones suenan a No Picky», precisan. La edición del disco ha sido en vinilo, ya que se confiesan unos nostálgicos de este formato, además de reconocer que «la venta de discos hoy día ha quedado como una cosa más bien testimonial». «La opción digital está ahí: a través de Bandcamp se pueden escuchar y descargar las canciones del álbum. Lo de sacarlo en vinilo es porque le tenemos mucho cariño al formato», explica Vogui.

Los que opten por hacerse con el vinilo para escuchar los siete incontestables trallazos del nuevo álbum de los malagueños deberán poner el tocadiscos a 45 revoluciones, ya que, debido a que la duración lo permitía, prefirieron imprimir sus temas en surcos más grandes: «Suenan mucho mejor, sobre todo los graves», apunta el bajista.

Aunque a lo que realmente suena este disco es a diversión, posiblemente uno de los secretos de la longevidad de la banda. «Llevamos veinte años divirtiéndonos. Quizá sea esa la fórmula para mantenerse durante tanto tiempo», confiesan. Sus nueva composiciones pueden sonar un poco más directas, más próximas a grupos como Supersuckers y Dwarves, pero en sus letras aparecen los mismos elementos de siempre: «zombies, sexo y rock». «No vamos a hablar de política. No somos cronistas sociales, somos un grupo para divertirse». Han tenido su altibajos, «como todos», pero escuchando sus nuevos temas nadie podrá decir que No Picky estuvieron muertos.