Pedro Ruy Blas es toda una institución dentro de la escena jazzística de nuestro país. Uno de los grandes. A los 20 años debutó con el mítico grupo Los Canarios, aunque muchos lo conocerían después con A los que hirió el amor, canción que alcanzó en su momento el número uno en las listas de ventas. Miembro fundador de Dolores, aquella banda que se atrevió a experimentar y mezclar sonidos en los 70, desempeñó el papel protagonista en Los Miserables cuando el musical se estrenaba por primera vez en España. También destaca su faceta de productor, arreglista, actor y batería.

Su cuñado, militar americano, abrió la caja de pandora. Le enseñó a los Beatles en su magnetófono y le regaló pantalones Levi’s. ¿Qué hubiera sido de su carrera musical si no lo hubiera conocido?

Seguramente hubiera sido un cantante de otro tipo, más popero. A lo mejor ni siquiera hubiera seguido en la música, quién sabe. Es difícil saberlo porque es una quimera.

Aunque desde muy jovencito le picó el gusanillo de la música.

Sí. Durante mi juventud la música vivía una época gloriosa con los Beatles, los Rolling...

¿Cuál era su banda predilecta por entonces?

Siempre me gustaron muchos los Beatles o los Kinks. El marido de mi hermana tenía un magnetófono y yo me pasaba horas y horas escuchando música norteamericana.

¿Cuáles fueron las primeras impresiones después de haber escuchado ese repertorio tan difícil de encontrar en España en aquellos años?

Todavía no había despertado la conciencia. Eso sí, cualquier chico o chica de mi edad -yo tendría unos once o doce años- en cualquier ciudad de EEUU estaban escuchando la misma música que yo.

Evidentemente a esa edad cuando algo te impresiona te deja marcado para siempre.

Ahora los jóvenes de hoy viven pegados a un móvil, y no a un magnetófono...

Es ley de vida. Cada generación tiene sus señas de identidad o intenta conseguirlas. No se puede decir lo que es bueno o es malo. Es el tiempo el que tiene la respuesta. Evidentemente, las costumbres han variado pero eso no quiere decir que sean peores. Hoy difícilmente encuentras personas que sean capaces de sentarse a escuchar un disco entero.

¿Cree que la crisis de la música acabará pronto?

Eso es algo cíclico. La música es algo inherente al ser humano, algo que roza lo divino, por lo que siempre subsistirá. Lo que cambiarán serán los sistemas del negocio, los sistemas de trabajo para los músicos...

Y las políticas. Fíjese en la subida del IVA en España.

Los gobiernos pueden ser la mecha que encienda un bombazo que puede destruir puestos de

trabajo, economías enteras. Una mala gestión de un partido político puede hacer mucho daño.

¿Cree que Podemos es el futuro?

No lo sé. Vivimos en un estado oligárquico en el que todo está encaminado a que tres partidos sean los que se repartan el pastel. Es una cuestión de largo alcance. Ahora mismo los músicos estamos sufriendo muchísimo las consecuencias de la insensatez y de la falta de sensibilidad de unos gobernantes con respecto a la música. Muchos se han dedicado a llevar la música a los pueblos de manera gratuita.

¿Eso es malo?

Espero que se deje de hacer, porque lo gratis no tiene valor. La gente no lo valora. A mí me parece muy bien que los ayuntamientos contraten orquestas de baile para que toquen en la plaza del pueblo. La música tiene un valor aunque sea simbólico.

Bueno, como sabrá, la mentalidad española no es la mentalidad british.

Hay diferencias entre unos países y otros, pero no sólo en la música. Hay una cuestión fundamental, se llama educación y en otros países se lleva poniendo en valor desde hace dos o tres siglos.

¿Qué opina de Wert?

No me cae nada bien. Por regla general no me caen bien los políticos. Yo ya tengo una edad y un recorrido a nivel político que comenzó con la dictadura franquista.

De hecho, usted se topó con ella de golpe. Una canción suya fue censurada. ¿Existe hoy en día censura encubierta?

Naturalmente. Digamos que cuando Franco murió lo que ocurrió es que se fragmentó en miles de ‘franquitos’. Fue como un espejo que se rompió en miles de trozos y se dispersaron por todo el país. Por mucho que hayan vendido que vivimos en una democracia y que tuvimos una Transición maravillosa, creo que eso es una gran mentira. Vivimos una continuidad del franquismo encubierta, asumida y pactada por todos los partidos políticos. Incluso los de ideología pseudoizquierdosa. Una izquierda que fue capaz de pactar con Fraga y con un rey que juró lealtad al movimiento nacional.

¿Todo lo que nos venden con el nuevo Rey es humo?

Por supuesto. Al hilo del tema anterior, hay una censura mucho peor, que es la que se ejerce en una empresa por un jefe déspota que maltrata psicológicamente a sus empleados. Esto es una lucha por la supervivencia muy fuerte, y solamente sobrevivirá el que se adapte. No es el más guapo, ni el más listo...

No será el caso de Pedro Sánchez.

Pero es porque estos partidos políticos son partidos de diseño. Es política de diseño. Yo me quedo con Pérez Tapias.

Parece que nadie quiere a un filósofo al mando.

Es que los independientes somos floreros. Pero claro, a todo el mundo le gusta tener independientes en sus filas porque eso viste mucho. Estamos hablando mucho de política, lo que no sé es si mis ideas serán bien acogidas por el público.

He leído que usted interpretó el papel principal cuando se estrenó por primera vez Los Miserables en España, y justo ahora en Málaga se representa la nueva versión del musical.

Fíjate la casualidad. Algunos de los actores que trabajan en la versión actual de Los Miserables hicieron el papel de niño cuando yo hice de Jean Valjean. Mi carrera está asentada en dos columnas principales: el jazz y el teatro musical. Géneros muy diferentes.

Aunque también se solapan muy bien.

Paradójicamente hay un porcentaje enorme del repertorio de los músicos de jazz de los años 40, 50 y 60 cuyos temas pertenecen a grandes obras del teatro musical. Las canciones punteras de los musicales eran como son ahora los número uno de los 40 Principales.

Hablando de solapar. Usted con Dolores se atrevió a innovar.

No lo hacíamos de modo consciente. Teníamos muy poca vergüenza. Nosotros mezclábamos el jazz con el flamenco.

¿Fue difícil?

Mucho. Uno de los principales factores que hace que un grupo se desanime es la desconsideración de los demás.

Aunque llegó a conseguir un número uno.

Llevo escuchando a lo largo de mi vida una frase horrible que es «esto no es comercial». Por suerte yo me di cuenta de que eso era pan para hoy y hambre para mañana. Admito que no soy un cantante conocido por las masas, pero a mis 65 años sigo actuando. Antonio Machado decía que a menudo confunde el necio valor con precio.

@IsaJumanji