­Algunas de las abundantes citas memorables que contiene el libro La verdadera historia de Frank Zappa

«Si tu vida acaba siendo triste y aburrida porque le hiciste caso a tu madre, a tu padre, al cura, a uno de la tele o a alguna de las personas que te dicen cómo ir por ahí, entonces te lo mereces. Si

quieres ser imbécil, sé imbécil, pero no esperes que la gente te respete: un imbécil es un imbécil».

«Mi mejor consejo para quien quiera criar a un niño feliz y mentalmente sano es: Mantenlo lo más alejado que puedas de la Iglesia. Los niños son inocentes, se fían de todos. La escuela ya es mala, pero si colocas a un niño en las proximidades de una iglesia te estás buscando problemas».

«A los norteamericanos les gusta hablar (o que les hablen) de Democracia, pero cuando ésta se ejerce la ven como algo más bien molesto. Hemos optado por un sistema autoritario disfrazado de Democracia. Pagamos lo indecible por un inmenso gobierno de chiste, dejamos que nos pisotee y luego nos preguntamos cómo han llegado allí todos esos cretinos».

«Hay un montón de razones por las que a los músicos les gusta tocar un solo en un concierto, pero, en el rock and roll, el motivo habitual es conseguir la gran mamada. Una manera de aparentar que eres lo más grande del mundo mundial cuando tocas tu gran solo es terminar el solo subiendo la escala, agarrando esa última nota y repitiéndola lo más rápido posible. La declaración es igual con cualquier instrumento: ¡Oh, me estoy

corriendo!».

«Nuestro sistema escolar prepara a los jóvenes para que sean ignorantes con estilo: ignorantes funcionales. No se prepara a los estudiantes para que manejen instrumentos como la lógica. No se les dan criterios con los que discriminar entre lo bueno y lo malo en cualquier producto o situación. Están listos y preparados para funcionar como compradores autómatas de los productos y conceptos ofrecidos por un complejo militar-industrial multinacional que necesita un mundo de bobos para sobrevivir».

«La prensa rock manda a los músicos el mensaje de que deben mantenerse dentro de su molde: No cambies. Si cambias, diremos que tu nuevo disco es una mierda. Luego llega el de la compañía de discos, que no sabe absolutamente nada de música (sólo lo que lee en el Rolling Stone), mira la reseña y piensa: Este grupo está muerto, metamos la pasta en el siguiente. Sin embargo, el chaval que escucha el disco puede llegar a decidir por sí mismo y decir: Que os den por culo, a mí me gusta».