¿Cómo recibió la noticia?

Recibí la llamada del jurado con el pijama puesto, si me permite la broma. Era ya tarde y no me la esperaba, pero obviamente me llenó de entusiasmo por varios motivos: primero, por la naturaleza literaria de la entidad convocante, el Centro del 27; segundo, por la editorial encargada de publicar el libro, Pre-Textos, un sello de carácter dinámico a la vez que exquisito; tercero, por la altura intelectual del jurado; cuarto, por la afinidad vital y creativa que siento por un autor como Emilio Prados, y en particular por aquella parte de su obra acometida a partir del exilio; y quinto, por la dotación del premio, que dignifica y alienta, en el sentido práctico, el esfuerzo.

¿De dónde surge Hotel origen?

Los textos que componen Hotel Origen forman parte de un ciclo de pensamiento que encuentra su apoyatura en la propia experiencia vital, trascendida por el lenguaje poético. Para mí la literatura es una interpretación mítica de lo real.

García Baena ha dicho de Hotel Origen que es un libro de amor que se sitúa entre el Kama sutra y el Cantar de los cantares. ¿Está de acuerdo con sus palabras?

La afirmación de Pablo García Baena, a quien admiro mucho, se me antoja tan llena de inteligencia como de socarronería, y, aunque algo de cierto hay en sus palabras, creo que haríamos bien en entenderla como una simple boutade.

¿Es un libro de poesía erótica?

Hotel Origen es, en efecto, un libro de temática erótica y amorosa, en el sentido más amplio de la palabra, que, como bien ha indicado García Baena, alude indirectamente al mito de Eva y Adán.

¿Se puede vivir de la poesía?

¿Vivir de la poesía? En el plano artístico y emocional, sí. En el económico, no. Pero es posible vivir por y para ella.

¿Encuentra el poeta su espacio en la sociedad actual, inmersa en el consumo inmediato de ideas a través de las redes sociales?

El escritor encuentra su espacio dondequiera que un lector atento fije sus ojos, incluso a través de las redes sociales. No hay más que pensar en los aerolitos de Carlos Edmundo de Ory: caben en el espacio de un tuit. No obstante, concibo la poesía como un producto de culto, no de mercado. Un culto laico y sin dogma, abierto a todos.