La obra de teatro de la compañía Els Joglars, VIP, ha conseguido «empatizar» con el público a través de su temática, una reflexión en forma de parodia acerca de la protección con la que actualmente se educa a los niños y que genera «pequeños tiranos».

Su autor, Ramón Fontserè, declaró ayer que VIP pretende abarcar la sociedad actual y el comportamiento que los padres tienen sobre sus hijos que con «buena voluntad» pueden estar construyendo «monstruos».

Con motivo de la presentación de varios espectáculos de la programación del XXXII Festival de Teatro de Málaga, Fontserè manifestó que la obra es una interpretación «muy impresionista» con una escenografía «mínima». Indicó que no pretenden hacer un espectáculo «didáctico» sino poner sobre el escenario un asunto que está pasando de verdad. «Hemos estado hablando con pedagogos acerca de la educación actual, sobre todo, en comparación con nuestra generación en la que el castigo era la dieta normal, y, ahora, es al revés», subrayó.

Otras de las actrices de la mítica compañía, Dolors Tuneu, apuntó que la obra «empatiza» con el público porque en cada caso alguien es «tío, padre o pedagogo» de los niños de esta generación y que se han creado «muchos complejos» alrededor de este tema. «Hemos pasado por contraposición de una educación muy negra, que parecía que todo aquello era tan malo, a ahora que hemos pasado al otro lado y quizás ese ha sido el problema», dijo.

Para ahondar en ello, Els Joglars se apoyan en una escenografía mínima que potencia el trabajo del actor y su capacidad de tocar la fibra del espectador: «Sin provocación no hay arte», aseguró Fontseré; «más que hablando de la obra, el público sale de la función hablando del tema, de si su relación con sus hijos es parecida o no a lo que contamos en ella», puntualizó Dolors.

Otra de las obras presentadas fueron Crudo, en la que la danza, la palabra y la música tienen «un mismo peso», según su responsable Ximena Carnevale, que resaltó que la obra nace con la intención de hacer cosas distintas a las que siempre hacen como interpretes y que trabajan sobre la «verdad» y sobre su propia vida. También se presentó Dedo.Corazón, espectáculo de Carnevale y Alessandra García, en la que los interpretes experimentarán nuevos formatos de teatro y mostrarán al público todo el proceso de creación de la obra definitiva de forma «improvisada». «Nos parece que el proceso creativo de la obra está lleno de muchas cosas que los espectadores se pierden», añadió Alessandra García.

Por último, el autor y protagonista de Oh Vino, de La Líquida, David García-Intriago, explicó que durante su función -que se desarrolla en el Museo del Vino-, el espectador beberá una copa de vino a la vez que podrá ver y experimentar lo que realmente «se esconde detrás» de esa copa.