Antes de que el telón se abra, antes que las voces de la libertad nos apasionen y nos conviertan en serenos cómplices de las noches más bonitas del año, incluso mucho antes de que unos acordes den el pistoletazo a la algarabía, en nuestras cabezas se producían los ensayos para dar calidad a la información sobre nuestro carnaval.

Calidad como estandarte de la copla bien contada. Seremos partícipes a través de nuestras crónicas diarias de todo lo que acontece sobre las tablas de los dos teatros que acogen el concurso de agrupaciones de canto de nuestra ciudad. Se cumplen 35 años desde que Claudio y sus benditos senadores asombraran a la ciudadanía de su tiempo, por lo tanto queremos realizar un juego con su complicidad como lector. Una serie de artículos escritos por autores y aficionados de nuestra fiesta que tienen como objetivo jugar con un túnel del tiempo para contarnos en primera persona como sería haber visto una actuación in situ de grandes comparsas y murgas de nuestro carnaval.

Como decíamos antes, las crónicas vertebrarán la información diaria. Escritas para el aficionado, sin olvidar al público general. Ahondaremos este año en un análisis de las letras. Hay mucho por contar. El malestar político, la libertad de opinión, año electoral municipal y nacional. Estaremos atentos a lo que nos quieran contar, así como a la afinación, musicalidad, el tipo y las anécdotas propias de la sesión de cada noche.

Las redes sociales jugarán un papel muy importante en nuestra oferta. Nuestro Twitter, @MalagadCarnaval, narrará el concurso en 140 caracteres, eso sí, de una forma diferente. Buscaremos que sea atractivo, divertido, crítico y sobre todo que interactúe con los demás usuarios. Las risas y los buenos momentos están asegurados. Fotos de los tipos y mucho humor, que bastante penas tenemos ya. El carnaval malagueño ya es maduro y como prueba de madurez La Opinión de Málaga lanza un jurado paralelo al concurso. Un jurado que puntuará de manera global las actuaciones de cada grupo en cada pase. La dinámica es la siguiente. Cinco aficionados a la fiesta, mezclados entre el respetable y con el compromiso de actuar en conciencia, emitirán una puntuación global del grupo una vez terminada la actuación. Se podrá puntuar con hasta 8 puntos en preliminares. Con hasta 9 en semifinales y 10 en la final, valiendo medios puntos para que no haya muchos empates. El jurado es anónimo, pero no se crean que por miedo a represalias, sino más bien para que no se vean influenciados al estar mezclados con otras personas en la sala. Las puntuaciones se colgarán en la web al día siguiente e incluso online las noches donde haya corte de sesión. Este experimento puede resultar muy interesante. Sabremos si sobre gustos no hay nada escrito o si por ejemplo se sigue una línea común en la calidad de las agrupaciones.

La locura de febrero entre purpurina y pamplinas cantadas se eleva entre la farola de nuestro puerto. Reconozco que me ha quedado un final de artículo muy flojito. Despelléjenme si quieren. Acepto críticas, ¿y ustedes? Todo va a comenzar.

@malakahin