Kathie y el hipopótamo

Compañía: Pentación Espectáculos. Dirección: Magüi Mira. Autor: Mario Vargas Llosa. Intervienen: Ana Belén, Ernesto Arias, Jorge Basanta, Eva Rufo, David San José. Lugar y fecha: Teatro Cervantes, 22 de enero de 2015.

El Teatro Cervantes ofreció dentro de la cartelera del Festival la obra Kathie y el hipopótamo, una exquisita pieza teatral nacida de la pluma magistral de Mario Vargas Llosa, protagonizada por Ana Belén. Kathie es una mujer de la alta sociedad limeña de los años 60 que contrata a un profesor universitario para que la ayude a escribir un libro sobre sus viajes por Asia y África. En la buhardilla de París donde trabajan, ella dicta sus aventuras y él las transforma, con un lenguaje culto y elaborado, en una prosa florida plagada de recursos estilísticos. En ese espacio mágico, con una impronta de bohemia, el tiempo psicológico se fragmenta en una temporalidad discontinua y fragmentada, entrecruzando el pasado con el transcurrir de un presente indefinido, mezclando la realidad de los hechos ocurridos en sus vidas con sus propias fantasías y sueños. Sus respectivas parejas también participan en el juego temporal, concatenando presencias y ausencias, actuando desde un plano fantasmagórico o en situaciones cercanas y más realistas.

La enmarañada telaraña de esta riqueza discursiva se apoya en diálogos abiertos y triangulares, donde un mismo personaje habla a un tiempo con un interlocutor del pasado y otro interlocutor del presente. Fluctúan entre lo que son y lo que pretenden ser; con conflictos pasionales, alegrías, frustraciones o rencores. Esta excelente alquimia entre excéntricas frivolidades y visiones románticas e intelectuales está contenida en una elegante presentación en las formas y la puesta en escena.

Un piano de cola ejecutado en escena es el acompañamiento musical para la fascinante interpretación de canciones en francés por parte de Ana Belén, haciendo gala de su coloratura y ductilidad vocal. El gran piano también armoniza los bailes de época, en cuadros coreográficos muy plásticos y estéticos.

La farsa marca muchas secuencias humorísticas, especialmente las del marido de Kathie, como cuando cuenta sus proezas de surfista encaramado al imponente sofá que ocupa el centro de la escena. Las continuas transformaciones del relato autobiográfico sobre las exóticas aventuras de esta dama de la burguesía tradicional muestra la fuerte idiosincrasia de este personaje y su clase, que porque todo lo tiene experimenta un vacío existencial que lo condiciona y le hace anhelar otra vida y otro presente, aunque solo sea por pura ilusión. Al quebrarse esas apariencias la descubrimos en su casa de Lima cumpliendo su rol de esposa y madre dentro de su rica familia.