­Podríamos decir que es una especie de traslación del feng shui y sus preceptos a la cultura occidental, menos espiritual y dada a los haikus y más al consumo y la ciencia. Pero lo cierto es que la neuroarquitectura está dejando de ser teoría -con autores como John Zeisel como grandes defensores- para convertirse en praxis. Idear espacios exteriores e interiores para generar y completar el bienestar físico y mental de sus usuarios o habitantes es uno de los preceptos de Kambiam, una empresa malagueña pionera en estos conceptos en nuestro país; de hecho, es una de las 18 firmas seleccionadas por la prestigiosa Feria Hábitat de Valencia, donde presentarán sus creaciones.

Esta innovadora empresa trabaja con la psicología del diseño y construye estímulos a través de la creación de vínculos y relaciones entre producto y persona. Para ello, Kambiam utiliza módulos seriados y redes modulares que permiten múltiples opciones. El objetivo, que una casa sea un hogar personal e intransferible, no un simple lugar en que posarse.

Además, incluyen activamente al cliente en el proceso de creación, ya que será este el que realice su diseño final con las piezas uniformales que fabrican en la empresa malagueña. Otra materia de estudio para estos diseñadores malagueños es el efecto específico que tienen los diseños sobre el estrés, las hormonas y el tipo de pensamientos que se genera.

«Ahora sabemos que, al contrario de lo que se pensaba, el ser humano no tiene un número limitado de neuronas desde que nace hasta que muere, ya que, como han descubierto Gahe y Eriksson, el cerebro sí es capaz de producir nuevas neuronas en la edad adulta a través de diseños y espacios ricos en estímulos. Por ello, en Kambiam diseñamos estímulos», asegura Antonio Cabezas, arquitecto y diseñador. Una filosofía que resume el eslogan de su empresa: Neurodesign for people (Neurodiseño para la gente). Ya lo dijo la arquitecta Alison Whitelaw, responsable de la Academia de la Neurociencia para la Arquitectura: «La calidad del ambiente construido puede afectar el desempeño del cerebro».

En los diseños de Kambian se buscan, por tanto, sensaciones, ese otro aliento vital (feng shui) a través de todo tipo de elementos. «Por ejemplo, incorporamos en nuestros cuadros el estudio sobre efectos psicológicos provocados por cada color, según los resultados obtenidos por Eva Heller en Psicología del Color [uno de los libros señeros al respecto de la investigación del temperamento y la emotividad de lo cromático]. De ahí que diseñamos cuadros que no buscan la belleza, sino provocar un estímulo de lejanía, de pasión, de descanso, de confianza...».

Antonio Cabezas persigue el reto que lanzó Zeisel en su momento: «El arte de los espacios debe intimar con el cerebro, entender cómo funciona y por qué hay espacios que favorecen ciertos estados de ánimo».