Decir que se tiene la vida resuelta es hoy una temeridad.

Exactamente. El mismo título de la obra es una ironía. Pero nos venden que, llegados a cierta edad y siguiendo ciertas normas, se puede llegar a tenerla resuelta. Y en esta comedia nos reímos de la crisis de estos personajes que rozan los cuarenta y que se replantean si los pasos que han dado han sido los que realmente querían dar y si han llegado al punto de su vida al que querían llegar.

Entonces, su personaje, un periodista en paro, estará cargado de arrepentimientos...

Sí. Es un periodista en paro que vive a la sombra de su pareja, que es una triunfadora. Así que quizás sea mi personaje el que más refleja esa sensación de sueños olvidados de la obra.

¿Han sabido Marta Sánchez y David Olivas, guionistas de series tan exitosas como Aída y 7 Vidas, llevar su chispeante comedia televisiva al escenario?

Lo han conseguido con creces. El público se siente muy identificado con los personajes y entiende muy bien el lenguaje fresco y fluido de la función. La obra posee un esquema y unos engranajes absolutamente teatrales, algo que han cuidado mucho. Aunque sí que es verdad que en el lenguaje y en algunos chistes hay un recuerdo a estas series que les han hecho triunfar en la pantalla. Es la primera obra de teatro que han escrito y creo que han dado con la tecla totalmente.

¿Cree que los aires de cambio que se respiran llegarán a materializarse en las urnas?

Bueno, creo que el cambio ha llegado. No es cuestión de creérselo o no: ahí están las encuestas, el CIS y todos los barómetros de los diarios nacionales de gran tirada. El cambio está aquí. Ya veremos en qué se traduce a la hora de las elecciones, pero el cambio ha llegado y está. Es obvio que lo que conocíamos se ha venido abajo como un castillo de naipes. Nadie puede poner en duda que el cambio está y que ha venido para quedarse. Lo vivo con cierta ilusión. Ya que nos han tomado tantísimo el pelo, qué menos que surja este gesto de rebeldía, aunque dure sólo cuatro años. Y no pasa nada porque algunos chupen un poco de banquillo. Tampoco es tan grave.

Al grueso de los actores de este país no les llega el sueldo para tener una cuenta en Suiza, ¿verdad?

Un usuario de Twitter escribía con humor que Montoro se estaba dejando los ojos en la lista de Falciani buscando por la «B» a Bardem... En fin, bromas aparte, a los actores nos da para vivir al día. Tenemos un trabajo muy inestable y aunque un año te pueda ir bien, no está garantizado que sea así al siguiente. Así que esta persecución, que te aseguro que la hay, hacia los actores sería mucho más efectiva si se mirase hacia quienes realmente manejan la pasta. Por el momento, por la «B» de Bardem no ha encontrado mucha cosa.