Niña Pastori regresa este martes a un escenario que conoce bien con su gira Lo que quiere el alma, en el que combina canciones inéditas con sus temas más populares. La cantante de San Fernando ha agotado ya todo el papel del Teatro Cervantes de Málaga para escucharla en una gira en la que esta gran conocedora del flamenco más puro se presenta de la mano del guitarrista Diego del Morao para arrancarse por soleares, fandangos, alegrías, bulerías o tangos. La gaditana ha incluido en estos conciertos cinco temas inéditos, el que da nombre a la gira más ´Aire´, ´Tangos de la nana´, ´Dibújame deprisa´ y ´Cariño mío´, nuevos sones que ha logrado miles de reproducciones en Internet a raíz de su estreno en Telecinco en el programa Mi música. Además, también repasará otros de su último disco, Raíz, y entregará a su público sus ineludibles éxitos.

Desde que en 1996 viera la luz su primer trabajo discográfico, Entre dos puertos, Niña Pastori ha modelado un estilo propio y reconocible, pero no ha olvidado nunca sus raíces flamencas. Es por eso que en esta ocasión presenta en directo un recorrido por los palos del género que vieron los comienzos de su vertiginosa carrera. Diego del Morao y Jesús Guerrero en las guitarras, Julio Jiménez ´Chaboli´ y Ané Carrasco en la percusión y Antonia Nogaredo y Sandra Zarzana a los coros y palmas forman la banda de apoyo que la acompañará mañana martes (21.00 horas).

Siendo una niña, ya se sentaba en una silla de enea con la templanza y madurez que tienen los cantaores ´viejos´. Allá por la década de los 80 y 90, Niña Pastori aparecía en el escenario ataviada con su pañolón de lunares y sus flores en el pelo y entonando en su garganta un cante por soleá, seguiriya o taranto, entre otros palos. La primera vez que se subía a un escenario, con tan solo ocho años, ganó un concurso provincial de villancicos flamencos; era el primero de una larga lista de premios y galardones. Fue así como se fue forjando a fuego lento una joven cantaora a la que se le conocía como "la niña de Pastori".

Niña Pastori, gaditana de San Fernando, fue presentada al mundo por Camarón de la Isla con apenas doce años y, desde entonces, ha sido referencia del nuevo flamenco andaluz. En su extensa trayectoria profesional ha vendido más de dos millones de discos, todos Oro y Platino, y ha obtenido, además de diferentes nominaciones, dos Grammy Latinos al Mejor Álbum Flamenco en los años 2009 y 2011 por Esperando verte y La orilla de mi pelo, y otro al Mejor Álbum de Folclore en 2014 por Raíz, un disco que también ha sido número uno en descargas en itunes en Latinoamérica.