­ El trío esteponero, que no publicaba nuevo repertorio desde hace cuatro años, lanza el 18 de abril Gotham te necesita, un álbum «más crudo y potente». La banda de punk pop por excelencia de Málaga sigue cantando a la ciencia ficción, el desamor y los videojuegos; eso sí, con alguna que otra «canción protesta» y una reivindicación por bandera: «Cada uno puede ser su propio Batman. Uno nunca sabe cuando lo van a necesitar». Serán uno de los grandes nombres de la próxima edición del Ojeando.

Han tardado cuatro años en sacar nuevo largo, algo nada raro en ustedes, que dejan un par de años de margen entre disco y disco. ¿Esta dinámica se planea o es algo que ocurre de manera casual?

Nuestra lógica se basa en la vida de un disco, que suele durar entre un año y medio o dos. Cuando la vida útil de Manual de montaña rusa (2011, Wild Punk Records) estaba llegando a su fin salió el proyecto del deuvedé (Buscando la ola perfecta). Te estoy hablando ya de 2014. Ese mismo año Ediciones Chelsea me propuso sacar un libro (Adolfo Díaz: Amor y ciencia ficción). Eso fue otro jaleo... Yo estaba pasando por un período de sequía compositiva... Imagínese.

¿Eso le ha llegado a pasar más veces?

La verdad es que siempre intentamos no repetirnos mucho y darle una vuelta de tuerca, pero cada vez nos cuesta más.

¿En cuanto al sonido en qué se va a diferenciar del último largo? En este último trabajo Carlos Hernández repite como productor.

Manual de Montaña Rusa va a quedar para los anales de la historia como el disco pop de Airbag. Es un cedé homogéneo, con canciones muy lentas si lo compara con lo que hacíamos antes. Éste es más heterogéneo y cañero. Teníamos algo de miedo, pero en cuanto entramos en el estudio nos dimos cuenta de que iba a sonar más crudo.

¿De qué manera compatibilizan el trabajo con esta profesión tan entregada como es la música?

Se lleva. Llegó un momento en el que tuvimos que elegir entre la música o dedicarnos a otras cosas. Decidimos no estar esclavizados por este negocio. Para nosotros siempre ha sido una afición. Ahora es un segundo trabajo. José y yo llevamos Castle Rock, un local de ensayo. Pepe tiene su trabajo. Yo doy clases de inglés en un colegio cuatro veces a la semana. Te vuelves un poco loco y no tienes tiempo para nada, pero hay que echarle huevos. Este disco va de eso. En la primera estrofa de una de las canciones hacemos referencia a los chicos que patinan en el río Guadalmedina. Do it yourself en toda regla, que es la base del punk rock. Si no lo hace nadie por ti, hazlo tú mismo.

En Málaga hay muchos artistas que está recurriendo al do it yourself.

No crea, en Málaga hay mucha gente que vive acomodada. Eso es lo que denunciamos con la canción que habla de los chicos del río.

Sin embargo, hay mucha otra gente que se lo está currando. Gente joven... ¿Qué bandas malagueñas noveles destacaría?

Da la casualidad que en el cartel del Ojeando hay cuatro grupos que ensayan en nuestros locales. Entre ellos están The Loud Residents que, por edad y por actitud, deberían llegar a algún lado. Eso sí, paso a paso. Tienen potencial.

¿No cree que la escena está diseminada?

Creo que no. Comparado con otras épocas, Málaga está pasando por un buen momento. Lo que falta es constancia.

¿Las bandas se apoyan mucho más que antaño?

Desde luego. Hace años Málaga vivió una época oscura. Había mucha envidia y piques entre bandas. Era un rollo del tipo yo no voy a verte porque tú no vienes a verme. Nosotros no lo vivimos de cerca porque éramos de Estepona y pertenecíamos a la escena punk rock. En la indie era donde se percibía eso. Nosotros vivíamos en otro planeta... [Risas]

Otra pata de la escena, los bares y los locales en que tocar. ¿Cómo ve la cosa?

En Málaga las cosas han cambiado bastante. Antes en la ciudad no había nada; el antiguo Velvet y ya está. Luego abrieron las salas del polígono. Ahora el Vermu´o´rama o los Burger Fest dan muchísima vidilla al centro; en Ollerías también tienen una buena programación musical. Nuestra máxima es que nunca vamos a pedirle nada a la administración pública. Si nos llaman para tocar y las condiciones son las adecuadas aceptaremos. Si queremos tocar en Málaga contactaremos con un promotor privado. Lo único que le pedimos al Ayuntamiento es que no nos ponga la zancadilla. En Castellón por ejemplo había un bar súper mítico de rock and roll que se puso de acuerdo con los vecinos para organizar directos de 20.00 a 22.00 horas.

¿Cree que se podría haber evitado la cancelación del 101 Sun Festival?

No lo sé. Desde luego que la primera ubicación era desafortunada. Estaba al lado de un hospital y entiendo que no se puede celebrar allí, pero no me creo que no haya una sola ubicación en Málaga en la que se pueda celebrar. También te digo que la gente se ha apuntado al carro de los festivales y esto es un no parar. No todos los festivales van a ser tan productivos como el FIB, que lleva años asentándose. En el caso del Ojeando, por ejemplo, se han puesto de acuerdo todas las partes y funciona genial. Han creado una marca.

Los miembros de Airbag ya peinan canas, por así decirlo. ¿Sus prioridades con el paso del tiempo han cambiado?

Creo que no. La prioridad siempre ha sido pasarlo bien y buscar nuevo retos para no caer en el aburrimiento. A veces nos piden una y otra vez una canción en concreto, pero si no nos apetece no la vamos a tocar. Lo peor que le puede pasar a un grupo es caer en el aburrimiento.

En su caso no es así. Van a sacar el elepé con una gran multinacional como es Sony.

En principio lo íbamos a sacar por nuestra cuenta y Wild Punk nos iba a echar una mano. Ya lo teníamos grabado cuando Sony nos llamó, hablamos acerca del contrato y nos convenció.

No todas las bandas corren la misma suerte que Airbag...

A veces muchas bandas se quejan por todo y se escudan en el punk, en el do it yourself del que hablábamos, cuando lo que de verdad ocurre es que no hay ninguna discográfica interesada en su producto. Do it yourself cuando me conviene. Con el pop pasa igual.

@isajumanji