Luis Arronte ya no sólo es autor; también es empresario. Es uno de los cinco propietarios del sello Discos Cabaña -Raúl Bernal, Daniel Díaz Estévez, Chesco Ruiz y Fran Ocete, sus socios-, con una filosofía de trabajo muy concreta: editar el trabajo -en vinilo- de uno de sus asociados y reinvertir los beneficios que obtengan de la venta del disco en la publicación del trabajo del siguiente del grupo y así, esperan, ad infinitum. «Somos Cabaña porque no somos arquitectos, ni constructores ni promotores inmobiliarios, no queremos hacer negocio, queremos tener nuestra casa y lo más que nos podemos construir con nuestras manos y nuestros medios es una cabaña independiente. No le veíamos sentido llamar a las puertas de otros sellos para ver si nos las abrían y nos acogían; bastante tienen con lo suyo con la que está cayendo», argumenta Arronte, quien define la propuesta como «artesanal» y «humilde».

v. a. g. málaga