¿Paramales tiene una temática que lo estructure?

Yo creo que es un disco de contrastes total. Hacía muchos años que no hacía un disco con tantos picos: mi sensación es que es un disco ecléctico, variado y con muchas aristas. Mi anterior disco, Atlántico, era mucho más homogéneo, estaba contextualizado en una etapa más concreta de mi vida y en un contexto latinoamericano que lo enmarcaba más. En Paramales cada canción es de su padre y de su madre, hay canciones que hice en América, otras en A Coruña, en Madrid… Hay temas de concepto electrónico, en los que uso instrumentos acústicos trabajando como si fuera música electrónica. Al mismo tiempo hay cosas que tienen que ver con lo que hice con Deluxe, folclore, música moderna. Es un disco más arriesgado en la estética musical, más experimental. Estoy hablando siempre de la música pop, si me lee un tío que hace música experimental, me mata.

¿Influye mucho el sitio en el que se hace la canción?

Sí. Yo soy muy permeable a lo que me rodea. Es algo inevitable. Por algo se dan diferentes músicas en diferentes lugares. No es casualidad que la música cubana esté relacionada con el carácter de los cubanos, que a su vez está muy relacionado con el clima. Condicionan los países, las ciudades, las culturas, vivir cerca del mar da también otra dimensión…

¿Hubo algún músico o estilo que marcara este disco?

Concretamente, no. La verdad es que ya son muchos los músicos y las músicas que me influyen, y más allá de ellas los contextos, los paisajes, las palabras, la poesía de cada lugar o la forma de usar el idioma. Es difícil ponerle palabras a todas esas influencias, porque es tan grande el crisol que a mí mismo se me escapa y no sé bien de dónde sale cada cosa.

Volvió a España tras pasar una temporada en América. ¿El país le suscita ahora emociones distintas?

Sí, totalmente. Por un lado no me gusta, por otro sí. Veo un país más despierto, social y políticamente que en 2009, y eso se traduce en cosas bonitas. Hay una ilusión de la que también me empapo. Creo que ahora estamos en un país más solidario, con más conciencia y consciencia. Y eso creo que es positivo.

¿El eclecticismo musical es actualmente tan común que ni siquiera llama la atención?

Creo que no. Todavía hay una mentalidad conservadora, y la gente se ciñe a lo que funciona o a lo que conoce. No siempre es tan fácil encontrar gente que apueste por los nuevos sonidos. Sí es verdad que la información, el acceso a las diferentes músicas, es ahora mucho mayor que cuando yo empezaba, aunque solo sea por internet. Hay más tipos de música, más variedad. Pero gente que realmente se atreva a fusionar y a probar cosas nuevas... Decir esto a lo mejor es una mierda pero esto es lo que me apetece hacer, voy a probar a ver qué pasa, no sé si está pasando tanto. Hay gente que lo hace, pero no creo que sea la tónica general.

En una de las canciones de Paramales, A serea e o mariñeiro, se pasa al gallego.

Para mí es mi segunda lengua, y además me fui con veinte años a Madrid. Pero me encanta. El Facebook lo tengo en gallego, el cajero lo pongo en gallego… También por una cuestión de morriña. Además digo con mucho orgullo que tengo como tío abuelo al músico folclórico Florencio López.

Como compositor musical que ha alcanzado un cierto éxito, ¿qué atrae a la gente de una canción?

[Resopla] Es una pregunta muy difícil de responder. Es incluso un enigma para mí. Tú mismo lo has dicho: soy un autor de cierto éxito, tampoco tengo la fórmula de la Coca- Cola. Hacemos un vino que más o menos gusta y se vende bien en tiendas pequeñas. La verdad es que siempre me fue bien. También cuando aposté por esta nueva etapa, el cambio de nombre, de estilo, el disco Atlántico… Y ver que, aún arriesgando, el público te apoya aunque sea mínimamente me parece que es una suerte. ¿Por qué? Pues no lo sé. Hay una parte que es trabajo puro, y otra que es pasión. Soy músico de berce, me gusta la música, siempre me ha llamado la atención desde pequeñito. El hecho de que sea mi pasión se transmite de alguna manera. Pero podría haberme dado por un estilo de música que le gustara a una minoría.