Dejó un empleo para encerrarse 24 horas, 7 días a la semana en su estudio casero; su búsqueda, la de tantos productores de hip hop: encontrar el beat perfecto y tejer las texturas de sonidos que inspiren a los mejores rimadores. El malagueño Nicolás Lago quería convertirse en Magic Beats y con esfuerzo y dedicación ya puede decir que sus producciones están detrás de algunos de sus ídolos nacionales y, ojo, internacionales. ¿Alguien podría imaginar que un beatmaker malagueño iba a ser el responsable de una base sobre la que rapea el megavendedor Rick Ross? Quedénse con este nombre.

«El camino ha sido muy duro, no tuve todo el apoyo que necesitaba de los míos. Tuve que ver cómo se llevaban embargadas cosas que me costó mucho esfuerzo conseguir. Soy consciente que dejar un empleo para dedicarse a la música es un riesgo y yo lo sufrí. Me vi sin nada en muy poco tiempo. Pero decidí que nada ni nadie iba anteponerse en la lucha por cumplir mi sueño. Tiré para adelante con lo poco que me quedaba, y a día de hoy puedo decir que pasar por todo eso ha merecido la pena», nos confiesa Nicolás, que desde el año pasado forma con Nerso el equipo de producción Magic Beats.

Llevan mucho tiempo sin descansar, pegados a las pantallas del ordenador y a los teclados de los sintetizadores, y empiezan a recoger lo sembrado. «La paciencia es una de las claves», reconoce Nicolás. Ahora, en su resumé tiene logros notables: ¿qué productor de aquí puede decir que Tragedy Khadafi ha hecho un featuring en una de sus bases o que Chamillionaire preguntara por quién narices había hecho un beat, If I -para Puntin-? « Empecé currando con artistas de fuera, concretamente de Estados Unidos. Siempre he tenido claro donde quería enfocar mi música. Sin apenas conocimientos empecé a hablar con artistas de allí, era consciente de que no estaba preparado para ello, pero ahora me doy cuenta de que ha sido lo mejor que pude hacer. Hice contactos, que hoy son gente importante en la industria, han ido creciendo y aún sigo manteniendo relación con ellos».

Estados Unidos. Por eso, Nicolás lo tiene claro: «Sin duda, mi lugar no está aquí; me veo como máximo en un año en Estados Unidos». Por lo pronto, en su cuenta de Twitter -ojo: 327.000 seguidores-, escribe más en inglés que en español. De momento, dice, «van saliendo muchas cosas, muchos proyectos», aunque sea «algo difícil» estando a tantos kilómetros de distancia de donde se crean y bailan las tendencias actuales del hip hop. Porque el sonido de Magic Beats poco tiene que ver con lo que se cuece en España: lo suyo es un hip hop con notable sabor rhythm n´ blues, tremendamente bailable -echen una oída a un track para Ospo Black, Get Down: todo un meteorito para las pistas de baile urban- pero también oscuro y emotivo, en una onda similar a la de AraabMuzik, cuando así lo busca. «Creo que versátil es la palabra que mejor me define como productor», asegura Lago, quien tiene en su particular santoral unos nombres muy determinados: «Drake es el artista que más me llena, flipo con ese hombre. Me gusta también mucho lo que está haciendo Tinashe, Big Sean, J Cole, Jhene Aiko, Chris Brown... Me siento identificado con su música y me transmite mucho», asegura el malagueño.

Su determinación -la cualidad que más destacan del malagueño quienes lo conocen- quizás le lleve a producir a nombres de esa estatura. Por él, desde luego, no va a quedar. «Estamos a la espera de que lleguen noticias de beats que hemos colado en proyectos a nivel internacional, es algo que va muy lento y hay que ser muy paciente. No queremos adelantar mucho, lo que sí puedo garantizar es que estaremos en el nuevo disco de Jotandjota, en el que hemos tenido el placer de producir el tema que tiene con Tote King», apunta Nicolás.

Aunque, en realidad, sus objetivos siempre han sido otros: «He tenido el placer de producir a muchos de mis ídolos, de poder dedicarme a esto 24/7, de conocer y compartir momentos increíbles con gente que admiro desde que era un crío. Pero si tengo que destacar mi mayor logro es poder ayudar a mi familia. Todos sabemos por el momento que pasa este país y no hay nada que me llene más que poder ayudar a los míos gracias a la música».