­El Centro Cultural Generación del 27 de la Diputación de Málaga organiza hoy sábado 13 de junio, a partir de las 20.30 horas, un nuevo concierto del ciclo Son de Primavera, protagonizado por Begoña Olavide y Javier Bergia. Tendrá lugar en el salón de actos del Centro Cultural María Victoria Atencia (calle Ollerías, 34) y la entrada es gratuita hasta completar el aforo.

El amplio recorrido de Begoña Olavide abarca desde la música medieval, renacentista y barroca a la contemporánea. Tras graduarse en flauta en el Conservatorio de Madrid realizó estudios de percusión en Holanda y Yugoslavia, ampliando su conocimiento del flamenco y comenzando a trabajar con el salterio, instrumento al que desde entonces se dedica y en el que ha creado escuela y una singular técnica.

Entre 2005 y 2012 se trasladó con su marido, el lutier Carlos Paniagua, a Marruecos, para profundizar en la música y canto andalusíes. En Tánger participa en la creación del Festival Músicas del Mundo Tarab Tanger, del que fue directora artística en sus primeros años. Ha trabajado en teatro, cine, publicidad y televisión.

Olavide actúa tanto en solitario como con su grupo Mudéjar y también en colaboración con destacados músicos de los estilos más diversos. Con ocho discos propios, también ha intervenido en varias grabaciones de Hesperion XXI de Jordi Savall y ha realizado conciertos por medio mundo.

Javier Bergia, por su parte, es considerado el músico más representativo de una generación aparecida en los 80. En su formación reúne el espíritu clásico junto a una sólida experiencia en músicas étnicas, folk, rock y la creación poética, fundiendo ambos saberes, música y poesía en una estética única e ilimitada.

Artista de culto, multifacético instrumentista, compositor e inspirado cantante, propone una concepción actual y adulta de la palabra hecha música. Sus trece discos y sus grandes colaboraciones con artistas de todo tipo dan fe de su talla interpretativa. La biografía de su emoción es resignada, pero firme y hermosa, pues sabe el cantor que sólo lo cotidiano existe.