La actriz madrileña Blanca Portillo regresa al Teatro Cervantes de Málaga, pero esta vez en su rol de intérprete, metiéndose en la piel de una Virgen extremadamente humana. La artista se arrima a las tablas, hoy (21.00 horas) y mañana (20.00 horas), para encarnar a la madre de Jesús en El testamento de María, a una mujer ya mayor que exiliada en Éfeso rumia sus recuerdos vitales y sus profundos sentimientos.

Se trata de un monólogo que le ha hecho ganar su quinto premio Max, basado en un laureado texto de Colm Tóibín que presenta una original revisión de uno de los mitos de la civilización occidental, una pieza que se cuela en la intimidad de la Virgen y se hace esta pregunta: «¿y si hubiera sido una persona normal?».

Portillo llega al Cervantes en la primera obra en la que está sola en escena, dirigida por Agustín Villaronga, que ha apostado por humanizar a la Virgen y exponer sus contradicciones. Según ha asegurado a través de un comunicado el director, se ha enfrentado a una mujer tan de carne y hueso que ha llegado a verla como una heroína, una heroína trágica a veces pero también muy cotidiana.