­La gestión del Teatro Cervantes cambia de manos el próximo 1 de agosto, aunque su directora gerente, Charo Ema Bastardín, no ha querido despedirse sin anunciar, como es costumbre cada fin de temporada, buena parte del programa elaborado para el próximo curso. La responsable de los escenarios municipales, cuyo puesto ocupará a partir del sábado Juan Antonio Vigar -labor que compaginará con la dirección del Festival de Málaga Cine Español-, también hizo un breve balance de estos años al frente del coliseo malagueño, sobre el que reconoció que lo deja «un poquito mejor» de como lo encontró.

«Me gusta cómo me ha salido, aunque ha supuesto un enorme esfuerzo. He limpiado mucho. He organizado un poco y creo que las cosas están mejor planteadas. Además, hemos planificado una programación que parece que ha gustado y que ha superado las dificultades», aseguró Charo Ema, que llegó a la gerencia del Cervantes a finales de 2008- procedente de la Agencia Española de Cooperación Internacional- tras la abrupta salida de Salomón Castiel, que justificó su marcha por razones personales, aunque mediaban otras de igual o mayor peso.

«Cuando llegué me encontré un barullo, tenía que aprender muchas cosas muy deprisa y había mucha desconfianza, históricamente justificada. El primer y el segundo año fueron mortales de necesidad. Pero me lo he pasado muy bien, he aprendido mucho y me he encontrado con un equipo estupendo», apuntó.

El cambio de gerencia en el Cervantes coincidió con el inicio de la crisis y la apertura del Teatro Echegaray, aspectos que también comentó Charo Ema: «De la noche a la mañana me encontré con una crisis de la que no tenía información ninguna, como casi nadie, porque nos pilló a todos de sorpresa, y me encontré con el 50% de presupuesto, pero el doscientos por cien de espacio para programar. En ese sentido estoy contenta de cómo hemos salido».

Del mismo modo, el responsable de la programación de los teatros municipales, Miguel Gallego, coincidió en que la etapa con Charo Ema al frente ha estado «marcada por la crisis económica, y la programación se ha visto mermada al máximo». «Lo que costó un festival en verano hace unos años en la playa es lo que tenemos ahora para programar todo el año dos teatros, algo que machaca mucho y obliga a tener mucha imaginación, pero también se aprende mucho más, porque no es lo mismo programar a fondo perdido que tratando de equilibrar el presupuesto», explicó Gallego.

Entre las cosas que se deja por hacer, Charo Ema señaló, en primer lugar, «un nuevo convenio colectivo». «Más cercano al mundo del teatro que a la administración pública, menos burocrático». También reconoció que le hubiera gustado «redefinir las categorías laborales, para que sean más sencillas de entender» y hacer «una mejor programación lírica». Igualmente, la directora saliente realizó algunas reivindicaciones que considera fundamentales, como «más presupuesto para el teatro; enlazar este espacio con la educación y eliminar el 21% de IVA».

El debut sobre el escenario del presentador televisivo Jorge Javier Vázquez, con el estreno del musical basado en su vida, titulado Iba en serio, en el que compartirá protagonismo con Kiti Mánver, abrirá del 4 al 6 de septiembre el nuevo curso del Cervantes, en el que sobresalen los tres títulos de la XXVII Temporada Lírica, que comenzará con una versión de Madame Butterfly (23 y 24 de octubre) y proseguirá con el Tannhäuser sinfónico-coral de Pedro Halffter (27 y 28 de febrero) y un programa doble con Cavalleria rusticana y Pagliacci (8 y 9 de abril).

En los primeros meses de la temporada, el Cervantes recibirá a Pasión Vega (13 de septiembre), verá a Betty Missiego despedirse de los escenarios (2 de diciembre), acogerá obras teatrales como El discurso del rey (27 y 28 de noviembre) y brindará la oportunidad de contemplar a compañías nacionales e internacionales de danza de primera fila. El recuerdo de Sara Baras a los más grandes en Voces (del 8 al 11 de octubre), la visita de la compañía sudafricana Joburg Ballet con un homenaje al Quijote (21 de octubre), el clasicismo del Russian National Ballet (25 de noviembre), el Ballet Clásico de San Petersburgo (14 de diciembre) y el regreso de la compañía de Víctor Ullate (4 de noviembre) son algunos de los numerosos espectáculos del primer cuatrimestre del nuevo ciclo de los teatros Cervantes y Echegaray. Muchos de ellos se concentran en el Ciclo de Danza, que se celebrará entre el 25 de octubre y el 8 de noviembre en ambos escenarios con la presencia de, entre otros, el Ballet Flamenco de Andalucía (2 de noviembre), los portugueses Vortice Dance y las compañías de Sol Picó, Rubén Olmo, Teresa Navarrete, Alicia Soto, Teresa Nieto o Xevi Xavi Xou.

En teatro también pasarán por Málaga Si la cosa funciona, de Woody Allen -cuyo reparto encabezan los televisivos José Luis Gil y Ana Ruiz-; La puta enamorada, o el musical La fuerza del destino. Homenaje a Mecano. El Consorcio, que hará parada en el Cervantes (1 de diciembre) con su gira de despedida, y Rozalén (15 de diciembre), entre otros, completan el apartado musical. Como novedad, el Echegaray acogerá las primeras ediciones del Ciclo Nuevos Creadores Escénicos y del Ciclo Autor, dedicado al dramaturgo afincado en Málaga Paco Bernal.